4. LA CAMPAÑA DEL DESIERTO
4.1. Contexto histórico
Tropas del Ejército nacional durante
la Conquista del Desierto. Fotografía tomada por el italiano Antonio Pozzo, en
1879.
Durante la época del Virreinato
del Río de la Plata, la Patagonia y el oeste de la llanura pampeana
quedaron fuera del control de los españoles y en poder de diversos pueblos
originarios, entre ellos, ranqueles, mapuches, tehuelches, etc. La única ciudad
fundada por los españoles en esa amplia zona fue Carmen de Patagones, situada
cerca de la desembocadura del río Negro.
Durante la primera década que
siguió a la Revolución de
Mayo los pueblos originarios mantuvieron el control sobre las
tierras que ocupaban, debido a que todos los esfuerzos de los primeros
gobiernos patrios se concentraron en la lucha contra los realistas.
Recién en las décadas
de 1820 y 1830, los gobiernos de las provincias de Buenos Aires,
Córdoba, San Luis y Mendoza comenzaron a organizar expediciones para
traspasar las fronteras heredadas de la época colonial. Como resultado de estas
campañas, encabezada entre otros por Martín Rodríguez y Juan Manuel
de Rosas, se avanzó más allá de la línea de los ríos Salado y Quinto
y se fundaron las poblaciones de Azul, Tandil y Bahía Blanca.
Luego de una relativa paz, durante
la década de 1840, las hostilidades se reanudaron después de la batalla de
Caseros, en 1852. Desde ese entonces hasta 1873, un cacique de
origen mapuche, Calfucurá, sometió bajo su autoridad a varios pueblos de
la llanura pampeana y lanzó devastadores malones contra las ciudades de Junín,
25 de Mayo, 9 de Julio, Bragado y Bahía Blanca.
En 1874, el
presidente Nicolás Avellaneda ordenó a su ministro de guerra, Adolfo
Alsina, que pusiera fin a los malones. Alsina adoptó una estrategia defensiva
que consistió en la construcción de una línea de fuertes y fortines protegidos
por una gran zanja que iba desde el sur de Córdoba hasta Bahía Blanca.
A su muerte, en 1877, fue
sucedido por Roca, que planificó una gran campaña militar para
desplazar a los indígenas de sus tierras. Para llevarla a cabo, trasladó las
tropas en ferrocarril hasta las fronteras y las armó con modernos fusiles de
repetición.