Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 7
Sitio: | Campus Virtual |
Curso: | COPIA - Sec_Distancia_Ñemboja_Digital |
Libro: | Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 7 |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | domingo, 22 de diciembre de 2024, 16:22 |
1. Disolución de Estados y conformación de nuevos. Los Estados en el Siglo XX.
Esta Semana abordamos el estudio
de la organización territorial del mundo.
Para hacerlo, comenzamos por
definir algunos conceptos relacionados y por analizar el complejo sistema de
interrelaciones económicas, sociales, políticas, culturales y naturales que
cambian constantemente.
En la actualidad, las relaciones
políticas y socioeconómicas a escala global planetaria se hacen cada vez más
complejas. Por este motivo, el análisis espacial debe ir más allá de considerar
los elementos del paisaje natural como el relieve, el clima o la hidrografía.
Para estudiar geografía se deben contemplar también los procesos políticos,
sociales y económicos que dan origen y transforman, de manera interrelacionada,
el espacio cambiante en el cual se manifiestan.
De esta forma, el espacio
geográfico, y particularmente para nosotros el espacio geográfico mundial, no
es un espacio “dado”, sino que se crea y se transforma a través de las acciones
humanas, muchas veces conflictivas.
Desde hace siglos se modifican
los mapas que representan Estados, límites, imperios, asociaciones de países y
naciones sin Estado. Pero estos cambios se aceleraron con el transcurrir del
siglo XX y el inicio del XXI debido a que estos siglos han sido atravesados por
conflictos de alcances cada vez mayores.
Con esta mirada, vamos a
comprender y estudiar la Geografía Mundial entendiendo al espacio mundial como
un espacio social, que se modifica constantemente.
En la actualidad, las relaciones políticas y socioeconómicas a escala global planetaria se hacen cada vez más complejas. Por este motivo, el análisis espacial debe ir más allá de considerar los elementos del paisaje natural como el relieve, el clima o la hidrografía. Para estudiar geografía se deben contemplar también los procesos políticos, sociales y económicos que dan origen y transforman, de manera interrelacionada, el espacio cambiante en el cual se manifiestan.
De esta forma, el espacio geográfico, y particularmente para nosotros el espacio geográfico mundial, no es un espacio “dado”, sino que se crea y se transforma a través de las acciones humanas, muchas veces conflictivas.
Desde hace siglos se modifican los mapas que representan Estados, límites, imperios, asociaciones de países y naciones sin Estado. Pero estos cambios se aceleraron con el transcurrir del siglo XX y el inicio del XXI debido a que estos siglos han sido atravesados por conflictos de alcances cada vez mayores.
Con esta mirada, vamos a comprender y estudiar la Geografía Mundial entendiendo al espacio mundial como un espacio social, que se modifica constantemente.
2. Estado, nación y territorio nacional
Estos tres conceptos también son fundamentales para comprender la configuración del espacio mundial.
Habitualmente se confunden los conceptos de Estado y de nación, dos conceptos que, si bien están estrechamente vinculados, tienen acepciones distintas.
El Estado es la organización de la nación. Esto, bajo el supuesto básico de que el Estado regula a un conjunto relativamente homogéneo de personas con identidad propia, con capacidad para gobernarse a sí mismos (con poder político propio) y con un territorio definido que en suma forman una nación. En otros términos, el Estado es el modo de organización tanto política como jurídica de una nación y, por lo tanto, ejerce soberanía legitimada por Derecho Internacional sobre un territorio delimitado, al que se denomina territorio nacional.
En el caso de los Estados nacionales, Estado y Nación coinciden territorialmente.
En estos casos, la realidad histórico-social de la nación coincide con los límites de la soberanía del Estado; pero no siempre ocurre ello entre ambos conceptos.
Esto no sucede, por ejemplo, en el caso de las naciones que fueron divididas por razones políticas, como Corea hasta hoy y Alemania desde 1961 hasta 1989. En otros casos, existen naciones sin un Estado correspondiente, como los kurdos que habitan en los territorios de Irak, Siria, Irán y Turquía, los papúes en Nueva Guinea Occidental o los palestinos, en conflicto permanente con el Estado de Israel por un territorio nacional propio.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII nacieron y crecieron los Estados nacionales. A finales del siglo XVIII y en los siglos XIX y XX, gran parte de estos Estados nacionales se consolidaron como unidades de cierta cohesión económica, política, social y territorial. Pero debemos mencionar que el Estado nacional es una construcción histórica, así como también lo son el Estado y la nación. Esto significa que estos conceptos también son el resultado de la interacción de fuerzas económicas, políticas, sociales e ideológico-culturales que se modifican con el tiempo.
Estos cambios también llevan a la modificación de los límites territoriales de los Estados a través de diferentes mecanismos, entre los cuales podemos mencionar los acuerdos, los tratados, los arbitrajes externos o las guerras. Muchas veces, como resultado de subdivisiones y unificaciones llegan, incluso, a crearse nuevos Estados o a desaparecer otros.
Entre los Estados que se han creado durante el siglo XX están la República Checa y Eslovaquia -como resultado de la subdivisión pacífica de Checoslovaquia-, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslovenia –luego de la disolución de la ex Yugoslavia-; Kazajstán, Ucrania, Uzbekistán y otros doce países por el derrumbe en diciembre de 1991 de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), el Estado de Israel, Belice y una gran cantidad de países africanos que se independizaron de las potencias europeas desde mediados de siglo, entre muchos otros casos.
El mapa mundial se ha modificado profundamente a lo largo del siglo XX marcado por los nacionalismos, el surgimiento de Estados muy fuertes (especialmente en el caso del bloque comunista), la creación de bloques económicos, las independencias y las dependencias, las organizaciones supranacionales (como la Organización de la Naciones Unidas -ONU-, la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE-), las guerras y la transnacionalización de la economía y debilitamiento de los Estados nacionales.