Ñemboja digital Módulo 5 - Semana 5

Sitio: Campus Virtual
Curso: COPIA - Sec_Distancia_Ñemboja_Digital
Libro: Ñemboja digital Módulo 5 - Semana 5
Imprimido por: Invitado
Día: domingo, 22 de diciembre de 2024, 16:11

1. Contado vs Efectivo

La tarjeta de crédito es la herramienta de endeudamiento por excelencia. Brinda un monto de crédito abierto que permanentemente se actualiza. Y cada vez que pagás un poco, el crédito disponible, es decir tu capacidad de volver a endeudarte, vuelve a crecer. Por ese motivo también resulta un arma de doble filo.
 Una tarjeta de crédito es un medio de pago que te permite hacer compras y cancelar el valor posteriormente. Es “de crédito” porque la suma de dinero que usas cuando haces una compra, corresponde a un préstamo que te otorga la entidad financiera, pero abalado por el banco.
 Las tarjetas son útiles porque llevan un registro de tus gastos. También ayudan a conseguir descuentos en las compras, una novedad surgida en la Argentina inflacionaria. Y eso es así porque no hay forma de mantener descuentos todo el tiempo, a menos que la gente desconozca cuánto valen esas cosas.
 La tarjeta tiene varios costos: el del resumen y los de mantenimiento y/o renovación, que suelen ser una suma fija a la que hay que sumarle el IVA. Ese monto es parte de tu deuda mensual y todos los meses tenés que pagarlo. Y ahí reside uno de los secretos de las famosas “doce cuotas sin intereses”. Es cierto que no te los cobran, pero la tarjeta se asegura de que todos los meses recibas el resumen, lo que implica su costo más el seguro de vida.

1.1. Ejemplo

Suponé que con esta modalidad querés comprar un televisor LCD, o un Smart TV de 7200 pesos. Vas a pagar doce cuotas de 600 pesos cada una. Si sólo usaste la tarjeta para esa compra, cuando te llegue el primer resumen te figurará la cuota número 1 por 600 pesos y además lo siguiente:

Costo del resumen: $ 25

IVA: $ 5,20

Seguro de vida: $ 20

IVA: $ 4,40

Resultado: vas a pagar 654,60 pesos. Es decir que pagás 54,60 pesos más por cada cuota. 54,6 dividido 600 pesos significa que te cobran un 9,10 por ciento más, lo que hace que en doce cuotas pagues 655 peso sobre los 7200 que costaba el televisor. Pero, ¿qué pasaría si compraras algo por valor de 1200 pesos en cuotas de 100?

Costo del resumen: $ 25

IVA: $ 5,20

Seguro de vida: $ 5

IVA: $ 1,05

Estarías pagando 136,25 pesos. Es decir que la tasa de interés de tu “cuota fija” es del 36,5 por ciento. Como verás, en este caso tenés que compararlo con un préstamo.

2. ¿Pago mínimo o pago total?

Pagar el mínimo en una tarjeta a veces resulta una necesidad, pero hay que saber que los intereses que genera son muchos.
El primero surge si no pagás a tiempo. La fecha de vencimiento es importante porque es en ese ítem donde se acumulan los punitorios que implican el pago fuera de término.
El segundo son los intereses que corren por el saldo no pagado de la tarjeta. Hay que recordar que no sólo pagás el interés, sino que también incluís el IVA por sobre los intereses (un 21 por ciento), y también el seguro de vida, que se incrementa por el hecho de que tenés más deuda. Es decir que la tarjeta te asegura que te carga a tasas del 40 o 50 por ciento, pero lo cierto es que ese número es bastante más elevado, normalmente un 15 por ciento más luego de todos los cargos.
Por lo tanto, la tarjeta es como un cuchillo: puede usarse como una herramienta útil o como un arma mortífera.
Cuando no se puede pagar el total, hay que sacarla de la billetera del caballero o la cartera de la dama, meterla en el cajón de la mesita de luz hasta que esté totalmente paga y recién después comenzar de nuevo. Es más, vale la pena averiguar, pero muchas veces conviene ir haciendo pagos antes del siguiente vencimiento.
Si por ejemplo tenés una deuda con la tarjeta, pagás el resumen el día 20 del mes y cobrás el sueldo el día 5, no esperes al 20 para pagar: el 6 podés hacer un pago y, una vez acreditado, los intereses dejarán de correr para el monto adeudado.


2.1. Deuda

Si la deuda es grande y sabés que no vas a poder pagarla en los próximos dos vencimientos, te conviene hacer alguno de estos dos movimientos.
El primero es llamar a la tarjeta y pedir el pago del saldo en cuotas.
En este caso también vas a pagar muchos intereses, pero al menos quedarán fijos; eso significa que si las tasas suben, como ocurre periódicamente, no te va a afectar, algo que sí ocurriría si tuvieras saldos debiendo plata. Lo mejor es que estés seguro de lo que debés. 
La otra posibilidad es pedir un préstamo personal a tasa fija a cinco años, cancelar la tarjeta y quedarte con esa deuda. Esta estrategia es preferible a los saldos de la tarjeta.

3. Actividades

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