Ñemboja digital Módulo 5 - Semana 4
Sitio: | Campus Virtual |
Curso: | Secundaria a Distancia - Aula F |
Libro: | Ñemboja digital Módulo 5 - Semana 4 |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | domingo, 22 de diciembre de 2024, 07:35 |
Tabla de contenidos
- 1. LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN
- 2. LA TEORÍA DE ADAM SMITH
- 3. LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN EN LA ACTUALIDAD
- 4. RECURSOS RENOVABLES – NO RENOVABLES – INAGOTABLES
- 5. EL SECTOR PRIMARIO
- 6. EL SECTORA SECUNDARIO
- 7. EL SECTOR TERCIARIO
- 8. Link para descargar la clase en pdf
- 9. Video de clase
- 10. BIBLIOGRAFÍA
- 11. ACTIVIDADES
1. LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN
¡Bienvenidos a esta nueva semana de clases! Desde el equipo docente queremos compartir este video, que es un saludo especial de todos los profes para vos, en el marco del Mes de la Educación. Sabemos que este mes es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del aprendizaje y el esfuerzo que cada uno pone día a día. Nos llena de orgullo acompañarte en este camino de crecimiento personal y académico.
Esperamos que disfrutes mucho esta clase y que te aporte nuevas ideas, conocimientos y desafíos. Recordá que siempre estamos acá para apoyarte en cada paso de este viaje educativo. ¡Adelante y a seguir aprendiendo juntos!
LOS FACTORES DE LA PRODUCCIÓN
Adam Smith[1] es considerado a justo título el padre de la economía política moderna. En este tema centramos los conceptos en el análisis de su principal obra, Una Investigación Sobre la Naturaleza y la Causa de La Riqueza de las Naciones (1776), con la que se abre camino el pensamiento económico clásico.
Este autor, seguido por muchos otros, plantea principios y teorías básicos sobre muchos de los aspectos de la Economía. Principios que, al día de hoy, continúan vigentes.
¿Desarrollamos la temática que hoy nos interesa?
1- LA HISTORIA
En una sociedad primitiva cada uno poseía algunos recursos (el ejemplo más común son las tierras fértiles), a los que les aplicaba algún tipo de fuerza física y con ello producía determinados bienes destinados a satisfacer necesidades económicas.
Esos bienes los consumía por sí mismo o los intercambiaba con otras personas que producían bienes distintos (en clases más adelante veremos que es un anticipo del concepto del dinero, el “trueque”)
Luego aparece que el propietario de los recursos no siempre es quien emplea la fuerza, y entonces el resultado de lo producido se reparte entre ambos. Si plantaban papas la producción de ellas la repartirían entre ambos (no nos vamos a detener aún si lo hacían en partes iguales o no). Luego con sus papas cada uno podría consumirlas o intercambiarlas
Al complejizarse las formas de producción también aparece el requerimiento de bienes (máquinas) que faciliten el trabajo y que llamaremos “Bienes de Capital”, para diferenciarlos de los “Bienes de Consumo”. Estos últimos están destinados a satisfacer directamente una necesidad (las papas) mientras que los primeros deben ser aplicados para lograr los otros, es decir no satisfacen directamente la necesidad (siguiendo con nuestro ejemplo podría ser el arado)
Claramente el propietario del recurso natural podría serlo también de las máquinas. Y también podría ser quien emplea su fuerza física. Pero si no es así lo obtenido debe “repartirse” ahora entre tres personas distintas.
A las papas podrán repartirlas entre los tres y que cada uno lo consuma o cambie. O bien podrán intercambiarlas y repartir entre ellos lo recibido en dicha transacción. Cuando el bien se intercambie con otras personas (es decir que no lo consumirán los “propietarios”), lo obtenido deberá ser suficiente como para que cada uno de los que participaron en su producción obtenga un resultado que le resulte convincente.
[1] Adam Smith (Kirkcaldy, 16 de junio de 1723-Edimburgo, 17 de julio de 1790) fue un economista, filósofo y moralista de la Ilustración escocesa, considerado uno de los mayores exponentes de la economía clásica y de la filosofía de la economía.
Es conocido principalmente por su obra Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones que es un estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza.
2. LA TEORÍA DE ADAM SMITH
Adam Smith se dirige entonces hacia una teoría. En la sociedad evolucionada, para producir cada bien se requieren tres factores productivos: el trabajo, la tierra y el capital. Cada uno de los tres factores percibe una remuneración y la suma de las mismas constituye el valor de cambio. Estemos diciendo que el valor del cambio del bien debe alcanzar para “pagar” a cada uno de estos factores.
La teoría del valor se convierte así en una teoría del costo de producción (el bien “cuesta” lo que debe recibir cada uno de los factores). Al mismo tiempo, esta teoría del valor se debe completar con una teoría de la distribución; es decir, con teorías particulares sobre el salario (lo que cobrará el trabajador), el interés (lo que cobrará el dueño del capital) y la renta (lo percibido por el dueño de los recursos naturales).
Smith y David Ricardo[2] consideraban que el dueño del capital era, por ser el más “poderoso”, quien controlaba al resto de los factores de la producción.
Unos años después Richard Cantillón[3] entendió por primera vez la figura del empresario como un hombre de negocios, ya que era el agente que “compraba” los medios para producir y, posteriormente, revendía a un precio incierto. El empresario, por tanto, era una figura que asumía riesgos ya que no sabía si recuperaría el desembolso efectuado. Era quien retribuía al resto de los factores de la producción y entonces el valor de intercambio debía incluir ahora un monto mayor para que él también obtuviera una contraprestación (la ganancia o beneficio)
[2] David Ricardo (Londres, 18 de abril de 1772–Gatcombe Park, 11 de septiembre de 1823) fue un economista inglés de origen judío sefardí-portugués, miembro de la corriente de pensamiento clásico económico y uno de los más influyentes.
Es considerado uno de los pioneros de la macroeconomía moderna por su análisis de la relación entre beneficios y salarios, uno de los iniciadores del razonamiento que daría lugar a la ley de los rendimientos decrecientes y uno de los principales fundadores de la teoría cuantitativa del dinero
[3] Richard Cantillon (Irlanda; c. 1680 - Londres; 1743)1 fue un economista franco-irlandés, autor del Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general
3. LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN EN LA ACTUALIDAD
Lo trascendente de considerar a la capacidad empresarial es que no es necesario que el empresario sea el dueño del capital (algo que siempre se considera) ni el que tiene el conocimiento de cómo se hace la actividad. Debe ser, en realidad y ni más ni menos, quien tiene la capacidad de organizar a los otros factores.
Definimos así los cuatro factores de la producción y el pago que reciben por el mismo. Los Recursos Naturales (como originariamente era la tierra su retribución es la Renta); el Trabajo (pagado con salarios), el Capital (desde los bienes de capital hasta el dinero que se invierte, su contraprestación es el interés) y la Capacidad Empresarial (quien organiza y coordina al resto y a él mismo, recibe el Beneficio). La suma de sus pagos determinará el precio al que se intercambiará el bien producido de manera de que todos reciban su parte.
Actualmente algunos autores incorporan como factores de la producción a la Tecnología y a la Información. Sin embargo, a ambas podríamos incorporarlas al Capital y a la Capacidad Empresarial respectivamente.
4. RECURSOS RENOVABLES – NO RENOVABLES – INAGOTABLES
Vamos a trabajar brevemente (en siguientes clases nos extenderemos un poco más contextualizado a Corrientes) con los Recursos Naturales, uno de los factores de la Producción. Como bien dijimos en un principio el dueño de los recursos era el dueño de las “Empresas”
Esto llevó a utilizar indiscriminadamente a los recursos naturales sin prestar atención a la posibilidad de su permanencia en el tiempo; afectando esto, obviamente, a las generaciones futuras.
Es por ello que podríamos clasificar a los recursos naturales en Inagotables, Renovables y no Renovables.
4.1. Los Recursos Renovables
Los recursos renovables son aquellos
recursos que nos proporciona la naturaleza y que no están alterados por el ser
humano. Una de las características más relevantes de los recursos
renovables es que pueden regenerarse de manera natural a una velocidad superior
a la de su consumo. Optar por este tipo de recursos supone mitigar el daño
ambiental que supone la utilización de otros recursos más contaminantes
También podemos decir que los recursos
renovables son todos aquellos que están disponibles para su uso continuo o a
intervalos que permitan su reposición (natural o inducida).
La transformación de la fuerza del
viento en energía eléctrica constituye el típico ejemplo de un recurso que puede
explotarse en forma continua y, en este caso, su reposición es natural.
Plantas y animales, en cambio, son
recursos que requieren de un tratamiento diferente para evitar su agotamiento,
e incluso para permitir su incremento. Su explotación debe realizarse en
cantidades que no afecten su renovación. Claramente su reposición es natural,
pero puede ser también inducida por el ser humano.
Sin embargo, un mal uso de este tipo de
recursos puede desencadenar en que dejen de ser renovables afectando a su
perdurabilidad. Por esta razón, es necesario tomar conciencia y realizar un
consumo responsable de los recursos renovables como una forma de reducir
nuestro impacto en el medio ambiente.
4.2. Los Recursos No Renovables
Los recursos no renovables son
aquellos recursos naturales aprovechables
por el ser humano, que no pueden producirse o
regenerarse a un ritmo que haga sostenible su tasa de consumo. Es decir
que corren el riesgo de escasear, ya sea por
desaparición o degradación. Existen en cantidades fijas o bien son creados
naturalmente a un ritmo tremendamente lento.
Los recursos naturales no renovables
son, por desgracia, algunos de los más codiciados y de los más útiles para la
sociedad industrial, especialmente aquellos que se traducen en la obtención
de energía.
Así, la humanidad está constantemente en
busca de nuevas reservas o de vías alternas de obtención, cuando no de
reemplazos que, además, no conlleven el riesgo ecológico que este tipo de
recursos suelen implicar.
Un claro ejemplo de este tipo de recurso
es el petróleo, un recurso natural que de seguir explotando su uso terminará
por extinguirse siendo necesario su reemplazo. Además, estos recursos
no-renovables tienen un impacto mucho mayor en prejuicio de la naturaleza que
los renovables.
Los Recursos Inagotables
Los recursos inagotables son
aquellos recursos naturales cuya
cantidad es tal que las actividades de aprovechamiento humanas no pueden
agotarlas, dado que son abrumadoramente abundantes (por eso se les conoce también
como recursos superabundantes) o poseen ritmos de creación muy superiores a los
de consumo.
Los recursos naturales inagotables son puntuales, sin embargo, y generalmente
están vinculados a la química fundamental del universo, o bien a fenómenos físicos que se
perpetúan en el tiempo, independientemente de su utilización o
no por parte de las industrias humanas. De este modo, es posible
consumirlos sin temor a que se acaben o se degraden.
Obviamente, cuando catalogamos un
recurso como inagotable, lo hacemos considerando la perspectiva humana. De ese
modo, la energía del Sol es virtualmente inagotable
para nosotros hoy en día, si bien sabemos que dentro de miles de millones de
años, el Sol culminará
su ciclo de vida y emitirá
mucha menos energía, un proceso
totalmente natural para cualquier estrella.
5. EL SECTOR PRIMARIO
El sector primario se refiere a todas esas actividades que se dedican a la explotación de recursos naturales para obtener materias primas. Estas materias primas pueden ser usadas tal y como se encuentran en la naturaleza, o bien ser transformadas por industrias para crear productos nuevos.
El sector primario se encarga de la explotación directa de recursos naturales para obtener materias primas, fundamentales tanto para consumo directo como para su transformación en otros sectores. Incluye actividades como la agricultura, ganadería, caza, pesca, apicultura, silvicultura y minería, siendo esencial para satisfacer necesidades básicas de alimentación y materiales.
A pesar de la reducción de su peso económico en países desarrollados, mantiene una importancia crucial globalmente, especialmente en países en desarrollo.
Los productos del sector primario a menudo son la base para lo que se elabora en el sector secundario. Por ejemplo, los ingredientes básicos para hacer dulces o pan provienen de este primer sector.
El sector primario es de vital importancia para la supervivencia del ser humano, ya que es el encargado de proveer los alimentos, tanto para las personas como para el ganado, por lo que es clave para nuestra existencia.
Otro punto a destacar es que el trabajo en este sector no es algo nuevo. De hecho, las primeras personas ya recolectaban frutas y otros alimentos naturales. Con el paso del tiempo, especialmente desde el Neolítico, la humanidad comenzó a desarrollar la agricultura y la ganadería, añadiendo así, poco a poco, más actividades a este sector tan fundamental.
Las principales actividades de este sector son:
· La agricultura: Todas las actividades relacionadas con el cultivo de la tierra. Su importancia es fundamental porque su finalidad es obtener productos vegetales (como frutas, verduras, granos o pastos) para la alimentación del hombre y del ganado.
· Ganadería: Labores relacionadas con la cría de ganado doméstico, para la explotación y comercio de alimentos o pieles. Puede ser intensiva, extensiva o trashumante (desplazamiento periódico del ganado).
· Caza: Actividades relacionadas con la captura de animales salvajes para el consumo y el comercio de alimentos y pieles.
· Pesca y piscicultura: Negocio que se encarga de extraer pescado u otros organismos acuáticos.
· Apicultura: Es la actividad dedicada la crianza de abejas, para la obtención de miel y cera.
· Silvicultura o explotación forestal: Se trata del cultivo de árboles en el bosque para la obtención de madera.
· Minería: Es la extracción de minerales como oro, plata, cobre, zinc, litio, entre otros.
6. EL SECTORA SECUNDARIO
El sector secundario de una economía es el conjunto de actividades a través de las cuales las materias primas son transformadas en bienes manufacturados de consumo.
Toma recursos naturales y los transforma en productos consumibles o en componentes para otros procesos de producción. Requiere de materias primas del sector primario y de servicios financieros y de apoyo del sector terciario. Es sinónimo de actividades industriales y de manufactura, produciendo bienes completos o semi completos
Dicho de una manera más simple el sector secundario transforma las materias primas en productos listos para el consumo o para su uso en otros procesos de producción.
En otras palabras, es donde las materias primas se convierten en cosas que usamos en nuestra vida diaria, como ropa, electrodomésticos y coches.
Este sector es también conocido como el sector industrial porque incluye toda la fabricación y producción de bienes, tanto los productos finales que compramos en las tiendas como los componentes que se necesitan para hacer otros productos.
Dentro del sector secundario podemos destacar tres principales actividades que engloban la amplia mayoría de las funciones desarrolladas por este sector:
· Industria: En el sector secundario se incluyen las actividades manufactureras (ya sea en talleres o en fábricas), y por este motivo también suele denominarse “sector industrial”. Dentro de la industria, existen también diferentes ramas, como la ligera (destinada a la producción de bienes de consumo) y la pesada (dedicada a la obtención de bienes de equipo o de capital). Otra clasificación de la industria estaría basada en la división sectorial: se podría hablar así de la industria automovilística, aeronáutica, naval, textil, etc.
· Construcción: Engloba cualquier tipo de actividad dedicada a formar una estructura, independientemente del tamaño, ya sea una casa o un inmenso túnel de montaña.
· Energía: En este punto entran todas las actividades dedicadas a generar electricidad mediante la conversión de una energía primaria.
7. EL SECTOR TERCIARIO
El sector terciario o de servicios incluye todas aquellas actividades que generan beneficios intangibles. Lo que ofrece este sector no se puede tocar, almacenar, ni se tiene propiedad permanente sobre ello. Algunos ejemplos serían la educación, la atención sanitaria o el ocio.
Es un pilar fundamental de la economía moderna, especialmente en los países desarrollados, y representa una parte significativa de su Producto Bruto Interno. Se distingue de los sectores primario y secundario ofreciendo beneficios intangibles y experiencias y no cosas materiales. La digitalización y la especialización son claves en su expansión y diversificación.
En otras palabras, el sector terciario, también conocido como sector de servicios, engloba todas aquellas actividades económicas que no producen bienes físicos, sino servicios.
A diferencia de los sectores primario y secundario, que se centran en la agricultura y la industria respectivamente, el terciario ofrece beneficios intangibles. Esto quiere decir que sus productos no son objetos materiales, sino experiencias o trabajos realizados para satisfacer las necesidades de los consumidores, como la educación, la salud, el turismo, y los servicios financieros.
Una característica clave del sector servicios es que no se pueden almacenar ni poseer de la misma manera que los bienes físicos. Por ejemplo, no puedes «guardar» una consulta médica o una clase de educación para usarla más tarde, ni puedes tener propiedad sobre ella como tendrías sobre un coche o una casa.
Características de los servicios: Las actividades que corresponden al sector servicios tienen las siguientes características:
1. Son intangibles: En primer lugar, la intangibilidad implica que los servicios no pueden ser percibidos por los sentidos. Por esa razón, no se pueden ver, tocar, oler o probar. Así, no se da una transferencia de bienes, pero el comprador sí recibe un beneficio. Sin duda, esta característica es básica o prioritaria para concebir algo como un servicio. Por ejemplo, cuando una persona compra servicios de telecomunicaciones, el beneficio que recibe es obtener señal para poderse comunicar.
2. Son heterogéneos: En segundo lugar, la heterogeneidad se refiere a que los servicios no pueden ofrecerse en forma estandarizada. Al recibir un servicio, el beneficio recibido es único y diferente. Esto se produce porque los servicios los puede incluso ofrecer una misma empresa, pero los brinda una persona diferente. Para poder ejemplificar, podemos mencionar el caso de una persona que asiste frecuentemente a un salón de belleza a realizarse un corte de cabello. El resultado final de cada corte dependerá de la persona que atienda al solicitante del servicio.
3. Son inseparables: En tercer lugar, la inseparabilidad de los servicios se refiere a que es imposible separar el servicio de la persona que lo proporciona. Se podría decir que tanto la producción como el consumo del servicio se dan de forma simultánea. El servicio se proporciona con la presencia del cliente. Similarmente, para ilustrar esta característica, pensemos en los servicios dentales. Un dentista no puede ofrecer sus servicios si el cliente no se encuentra presente.
4. Son perecederos: En cuarto lugar, los servicios son perecederos dado que no se pueden embodegar o almacenar, puesto que la producción y consumo son simultáneos. En otras palabras, un servicio solo sirve si se consume en el momento que se están produciendo. Por ejemplo, un médico que realiza una operación no puede operar ni antes, ni después; sino únicamente cuando sea necesario o requerido.
5. No se adquieren en propiedad: Finalmente, cuando se compra un servicio, lo que se adquiere es el derecho a recibir un beneficio o una prestación. Pero nunca se puede adquirir la propiedad de ese beneficio. El goce del beneficio solo tiene duración mientras se está dando la prestación del servicio. Por tanto, el cliente solo se queda con la experiencia que vivió. En efecto, sería el caso de una persona que va al cine, y al final de la función solo queda la satisfacción del beneficio recibido.
Dentro de algunas de las actividades que se pueden incluir en el sector de servicios encontramos:
· Servicios de transporte y comunicación.
· Servicios de telecomunicación e Internet.
· Medios de comunicación.
· Actividades financieras
· Turismo y hotelería.
· Actividad comercial y de distribución.
· Servicios de salud y estéticos.
· Servicios de la administración pública.
· Servicios públicos (seguridad y defensa, bomberos, entre otros).
· Servicios educativos.
· Servicios de ocio, deportes y espectáculos.
· Servicios culturales (ejemplo: el teatro).
· Servicios informáticos y tecnológicos.
· Servicios jurídicos y legales.