Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 4

Sitio: Campus Virtual
Curso: Secundaria a Distancia - Aula 5
Libro: Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 4
Imprimido por: Invitado
Día: jueves, 19 de septiembre de 2024, 21:55

1. Las Desigualdades Sociales

Hola! Sigamos avanzando en este recorrido juntos. Esta semana vamos a compartir una temática que es actual y significativa para construir la sociedad justa y equitativa que pretendemos. 

La desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones que valora la sociedad. Todo tipo de desigualdad social está fuertemente asociada a las clases sociales, al género, a la etnia, la religión, etcétera.
Esta falta de equidad puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo:
  • Desigualdad económica: Se refiere a la distribución desigual de la riqueza, ingresos y oportunidades económicas. Esto puede verse reflejado en la brecha entre ricos y pobres, la concentración de riqueza en manos de un pequeño grupo de personas, o la falta de acceso a servicios básicos como la vivienda, la salud o la educación para ciertos sectores de la población.
  • Desigualdad social: Se refiere a las diferencias en el acceso a oportunidades y recursos en función de factores como la clase social, el género, la raza, la etnia, la religión, la orientación sexual o la discapacidad. Esto puede llevar a la discriminación, la exclusión y la marginación de ciertos grupos sociales.
  • Desigualdad de género: Se refiere a las diferencias en el acceso a oportunidades y recursos entre hombres y mujeres. Esto puede manifestarse en la brecha salarial, la violencia de género, la sub representación de las mujeres en puestos de liderazgo, o la falta de acceso a educación y salud de calidad para las niñas y las mujeres.

1.1. Necesidades Sociales y Desigualdad

La riqueza es el producto del trabajo de las personas. En todas las comunidades, sus integrantes desarrollan actividades productivas con el fin de obtener los recursos imprescindibles para satisfacer sus necesidades. 

A través del trabajo, los integrantes de la sociedad se apropian de ciertos elementos de la naturaleza que, por medio de la acción humana, son transformados y valorados como recursos. Este proceso de transformación por medio del trabajo es lo que le asigna valor a las cosas. 

Por eso, suele afirmarse que toda actividad productiva es generadora de riqueza, entendiendo a esta última como el conjunto de beneficios que, como producto del trabajo colectivo, tienen como objeto la satisfacción de necesidades sociales. Sin embargo, no todos los integrantes de la sociedad cubren sus necesidades de la misma manera. 

Algunos sectores, poseen los medios para acceder a una buena alimentación, a altos niveles de educación, a buenos servicios de salud y habitan viviendas adecuadas. Otros, en cambio, tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas. Existe así, una distribución desigual porque la riqueza producida por todos no se distribuye de manera equitativa.

Los sectores de la población mundial que tienden a concentrar la riqueza representan, en la actualidad, una porción muy pequeña de la población; mientras que quienes tienen dificultades para satisfacer sus necesidades conforman la gran mayoría.


1.2. La distribución de la riqueza

En las últimas décadas del Siglo XX y los primeros años del Siglo XXI, se han profundizado las diferencias entre ricos y pobres. Además, también se observa en la agudización de las diferencias entre países. Es que la desigualdad en el reparto no solo se produce en el interior de cada sociedad, sino que también se observa en la existencia de países ricos y países pobres. Conforman el llamado Grupo de los 7, los países que concentran las riquezas del mundo. Estos son: Alemania, Italia, Gran Bretaña, Canadá, Japón, Estados Unidos y Francia. 

La calidad de vida es el grado de bienestar de una población. El bienestar tiene relación con el nivel de satisfacción de las necesidades de los integrantes de una sociedad. Cuando gran parte de las personas que integran una sociedad no pueden alcanzar las condiciones básicas que les garantizan acceder a una buena alimentación, una vivienda digna y a un sistema de salud adecuado, suele afirmarse que esa sociedad presenta problemas en la calidad de vida de sus habitantes. 


2. Las problemáticas sociales en América Latina

La situación socio-económica actual de la población de los países de América Latina está determinada por múltiples aspectos: su historia, marcada por siglos de dominación; la estructura política y el rol que cada país cumple en la economía mundial.

2.1. El principal problema social: la pobreza

Definir el concepto de pobreza resulta muy complejo, y no existe un consenso entre los investigadores sociales que permita elaborar un indicador para su medición. Podría considerarse exclusivamente como un indicador de pobreza, la incapacidad para satisfacer las necesidades de subsistencia de la población, debido a que carecer de alimentos, vestimenta y otros elementos básicos pondría en riesgo la salud y la vida de las personas. Pero, a la vez, existen otros indicadores que muchos científicos creen que también deberían tenerse en cuenta para poder medir la pobreza: el acceso a servicios básicos, como electricidad, agua potable, gas, atención sanitaria, educación, etc. Incluso, recientes investigaciones incluyen, entre los parámetros para medir la pobreza y la calidad de vida, las condiciones ambientales del lugar (nivel de contaminación), las desigualdades de género (desigualdades salariales entre hombres y mujeres, por ejemplo) o la seguridad pública (tasa de delincuencia).
La pobreza es un grave problema social, sobre todo porque en algunos países de América latina ha adquirido un carácter estructural. Eso quiere decir que existen personas que nacen en condiciones de pobreza que les impiden tener acceso a la educación y a las condiciones sanitarias fundamentales, y los expone, entre otras cosas, al trabajo infantil, por lo que sus posibilidades de salir de la pobreza son mínimas.
Entre las personas en situación de pobreza, hay algunas que no logran cubrir sus necesidades básicas de supervivencia como alimentarse, vestirse y tener una vivienda: esas personas se denominan indigentes.

Línea de pobreza y Necesidades Básicas Insatisfechas

En Argentina y en muchos otros países de América latina, se utilizan dos métodos para medir la pobreza.
● El método de la Línea de Pobreza (LP) considera el nivel de ingresos de una familia. Se establece el valor de la canasta básica total (que incluye el dinero necesario para los alimentos, la educación, el transporte, la vestimenta, etc.) y se mide el ingreso de la familia: si este no alcanza para satisfacer la canasta básica, se considera a sus miembros como pobres.
● El método de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), varía en los distintos países de América latina, pero en general considera las condiciones de la vivienda y de las personas que la habitan. Por ejemplo, tienen en cuenta los materiales con los que está construida la casa, la cantidad de personas que duermen en cada habitación (en general, más de cuatro se considera hacinamiento), el acceso a los servicios públicos, el nivel de educación del jefe de familia, la presencia de niños en edad escolar que no asisten a la escuela, etc.

2.2. Desempleo y trabajo precario

Otro grave problema de América latina es el desempleo, que considera a las personas que no tienen trabajo y buscan activamente tenerlo. Esto afecta negativamente a la calidad de vida de las personas, debido a que no disponen de un ingreso que les permita satisfacer sus necesidades. El índice de desempleo se utiliza para determinar el porcentaje de la Población Económicamente Activa, que no tiene trabajo, pero lo busca.
Se considera que las personas realizan trabajo precario cuando no lo hacen en las condiciones adecuadas. Se relaciona con el trabajo en negro: los empleadores no le pagan al trabajador una cobertura médica ni le realizan los aportes jubilatorios, ni ofrecen un contrato de trabajo que permita cierta estabilidad laboral. Además, la falta de condiciones de higiene, de seguridad, los bajos salarios, el sobreempleo (cuando una persona necesita más de un trabajo para poder cubrir las necesidades de su familia) o el subempleo (cuando una persona trabaja involuntariamente menos de lo que necesita para satisfacer sus necesidades) también son condiciones de precariedad.

2.3. El acceso a la vivienda

Otro problema social importante en América latina es el acceso a la vivienda de las clases sociales medias y bajas, debido a que millones de personas (aproximadamente el 40% del total de la población) no pueden acceder a una vivienda propia.
El derecho humano a una vivienda digna y adecuada consiste en el derecho a que tienen todas las personas a vivir en condiciones de seguridad, paz y dignidad en alguna parte. No debe interpretarse restrictivamente equiparándolo con el cobijo que resulta del mero hecho de tener un techo, sino que deben incluirse diversos aspectos tales como la habitabilidad, la disponibilidad de servicios e infraestructura, la seguridad jurídica en la tenencia, gastos de vivienda soportables, entre otros.
El derecho a una vivienda adecuada no exige que el Estado construya viviendas para toda la población. Pero sí comprende las medidas necesarias para prevenir la falta de un techo, prohibir los desalojos forzosos, luchar contra la discriminación, centrarse en los grupos más vulnerables y marginados, asegurar la seguridad de tenencia para todos/as, poder aspirar a una propiedad, y garantizar que la vivienda de todas las personas sea adecuada. Estas medidas incluyen la intervención del gobierno en distintos planos: legislativo, administrativo, de políticas o de prioridades de gastos.
En determinados casos, sin embargo, el Estado deba proporcionar asistencia directa, incluida la vivienda o prestaciones para la vivienda, especialmente a las personas afectadas por desastres naturales o causados por el hombre y a los grupos más vulnerables de la sociedad.
El derecho a una vivienda adecuada exige no solo que la estructura de la casa debe ser adecuada. Debe haber también un acceso sostenible y no discriminatorio a los servicios fundamentales en materia de salud, seguridad, comodidad y alimentación. Por ejemplo, debe existir el acceso al agua potable, a la energía para la cocción, la calefacción y el alumbrado, a instalaciones sanitarias y de lavado, a los medios de almacenar alimentos y de eliminar desechos, al desagüe de los terrenos y a los servicios de emergencia.
Ante esta problemática, los gobiernos de la región trabajan en la elaboración de planes de construcción de viviendas para las clases populares: en los últimos años, países como Chile, Colombia, Bolivia, Brasil, Argentina, Ecuador, Panamá y México, por medio de sus Ministerios de Vivienda, Urbanismo e infraestructura han invertido miles de millones de dólares para construir casas para la población de bajos recursos.

3. Calidad de vida, saneamiento y agua potable

Uno de los indicadores que se tienen en cuenta para medir la calidad de vida de una población es el acceso a las redes de agua potable y saneamiento.
Hoy, la calidad y cantidad de agua disponible es un problema. Son muy pocas las poblaciones que disponen de agua potable en cantidad suficiente. Según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1000 millones de personas se ven obligadas a recurrir al uso de fuentes de abastecimiento de agua potencialmente nocivas.

3.1. El caso argentino, grandes desigualdades

En Argentina se consumen actualmente más de 450 litros de agua diarios por habitante, una cantidad muy superior a los 50 litros que considera suficiente la OMS. Nuestro país es uno de los que posee mayor disponibilidad de agua para el consumo. Sin embargo, una porción de la población, sobre todo los de las provincias del norte, no tienen acceso al agua potable ni a redes de saneamiento, mientras que quienes ocupan las llanuras del este disponen de este recurso de manera ilimitada, ya que se ubican sobre el acuífero Guaraní.


3.2. Reservas de agua dulce en América latina

América latina posee importantes reservas de agua dulce, tanto en los ambientes cálidos como en los fríos. En los ambientes fríos se encuentran los hielos continentales, que ocupan superficies mayores que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, en los cálidos, un importante acuífero o reserva de agua subterránea. Esta acumulación de agua subterránea, conocida como acuífero Guaraní, se formó en terrenos permeables que permitieron la infiltración de agua. Abarca la superficie de 1.175.000 km2 y se calcula que comenzó a formarse cuando África y América todavía estaban unidas. Este acuífero se encuentra a 1000 metros de profundidad en algunas zonas, pero en otras aflora a la superficie, como el caso de los esteros del Iberá.
Se lo llama también acuífero del Mercosur, porque lo comparten los cuatro países que integral este bloque regional (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).
Se lo utiliza para abastecer de agua potable a ciudades populosas y a las industrias, para riego y baños termales. El agua de las termas es considerada terapéutica por sus altas temperaturas y el contenido de minerales.
Se calcula un volumen de agua almacenada de 37.000 kilómetros cúbicos. Según expertos, el acuífero podría abastecer durante 200 años a la población mundial a razón de 100 litros por habitante por día.

Te dejamos este link para profundizar sobre este tema:
https://www.ign.gob.ar/content/%C2%BFqu%C3%A9-es-el-sistema-acu%C3%ADfero-guaran%C3%AD


4. El Índice de Desarrollo Humano (IDH)

Para evaluar el grado de bienestar de la población mundial, la Organización de las Naciones Unidas utiliza el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Este índice surge de la combinación de variables económicas y sociales, como el Producto Bruto Interno (PBI) por habitante, que indica el total de la riqueza producida en un territorio durante un año dividido por el número de habitantes de ese territorio. Otras variables son la esperanza de vida al nacer, el grado de alfabetización y el promedio de años de escolarización que completan los niños y jóvenes. Cuanto más alto es el IDH, mejores son las condiciones de vida de la población de un lugar determinado.
El IDH constituye una herramienta útil para analizar las desigualdades existentes en la calidad de vida entre los distintos países del mundo. Expresa el promedio de los niveles de bienestar que alcanzan todos los sectores sociales de un país.

5. La Alfabetización como primer paso para reducir las desigualdades

Los datos de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) alertan de que seiscientos diecisiete millones de niños y adolescentes no están adquiriendo las habilidades mínimas en lectura, escritura y matemáticas. Actualmente ya existen 750 millones de jóvenes y adultos que no saben leer ni escribir. También es importante destacar que dos tercios de los jóvenes y adultos analfabetos son mujeres. 

La alfabetización es un derecho que ayuda a reducir la pobreza, transforma la vida de las personas y su dignidad, aumenta las oportunidades económicas, fomenta la participación en la vida pública y la conciencia de la propia valía. En cambio, no saber leer y escribir es el principal indicador de exclusión y desigualdad, además de un obstáculo para la consecución de una vida plena. 

La alfabetización forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que propone a los gobiernos: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas las personas”. La meta consiste en lograr que de aquí a 2030 toda la juventud, y al menos una proporción alta de adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética. 

De allí deviene la importancia que conlleva el correcto aprendizaje del proceso de lectura y escritura en la sociedad, ya que esta herramienta permitirá que los integrantes de una sociedad alcancen mayores niveles de desarrollo.

Según datos del último censo (2022), en la provincia de Corrientes alrededor de 43.600 personas mayores de 18 años no están alfabetizadas. cerca de 86.000 jóvenes y adultos mayores de 18 años no terminaron su educación primaria; y unos 103.700 no finalizaron sus estudios secundarios.

6. La Escritura

Desde tiempos remotos, la escritura ha sido una actividad determinante para el ser humano, pues con ella se ha logrado preservar la vida de las especies, la cultura y las cuestiones sociales y políticas de su contexto.
Además de saber leer, es importante saber escribir. Así como existe un proceso para la lectura, también lo hay para la escritura efectiva.


INFORMACIÓN EXTRA:  Sabías que...

Platón expresó su rechazo a la escritura considerándola inhumana al pretender establecer fuera del pensamiento lo que en realidad sólo puede existir dentro de él. Alegaba que era un objeto, un producto manufacturado, lo mismo que se dice hoy de las computadoras. En segundo lugar, afirmaba que la escritura destruía la memoria, y que quienes la utilizarán se volverían olvidadizos al depender de un recurso exterior por la falta de recursos internos. La escritura debilita el pensamiento, afirmaba.



La escritura de un texto es un proceso cognoscitivo complejo, de múltiples idas y vueltas, en el que la revisión de los diversos aspectos que lo componen juega un papel fundamental. El escritor experto revisa constantemente su texto para evaluar si las formas seleccionadas tienen el efecto que se ha propuesto alcanzar. Como sabe que un texto difícilmente se logra en el primer intento, lo lee repetidas veces, o bien, puede ser que lo deje reposar durante un tiempo y, que les pida a otros que lo lean antes de decidir la versión definitiva. Los borradores sucesivos forman parte de ese proceso creador que generalmente se considera terminado cuando el texto sale de la imprenta. 
Quizás por desconocimiento o falta de una tradición de escritura en la escuela, la tarea de escribir suele concebirse como un proceso en el que no media la reflexión sobre lo escrito. El texto se realiza de una sola vez y se entrega al maestro o se guarda en la carpeta de trabajo, de modo que los estudiantes se quedan con una idea equívoca de lo que es la escritura de un texto; simultáneamente, pierden la oportunidad de participar en una de las actividades más propicias para poner en juego lo que saben del lenguaje y aprender nuevas cosas sobre el mismo. 
Uno de los requerimientos básicos de la tarea de revisión es que el escritor pueda asumir la posición de lector de su propio texto. Tomar esa distancia no es fácil, especialmente cuando no se tiene la experiencia de escribir y leer críticamente, como es el caso de muchos estudiantes.


7. ¿CÓMO ESCRIBIR UN TEXTO?

El lenguaje es, generalmente, un fenómeno oral (o gestual en el caso de los sordomudos) que transmite significados de un hablante a otro. En cualquier comunidad donde haya personas, es muy probable que exista un lenguaje hablado. En algunas de esas comunidades, ese lenguaje también se escribe. Todos los textos escritos de esa comunidad tendrán que estar, entonces, relacionados con la palabra hablada y con el mundo del sonido que hace posible el lenguaje. En este sentido, podemos afirmar que la expresión oral ha sido capaz de existir sin ningún sistema de escritura que la acompañe; y al mismo tiempo, podemos decir que nunca ha habido escritura sin oralidad anterior.

 Ahora bien, si podemos comunicarnos simplemente con la palabra hablada o con los gestos, ¿Para qué nos sirve la escritura? Definamos primero qué entendemos por ella. La escritura es un sistema que fija la oralidad a través de pautas gramaticales. 

Un educador estadounidense Walter Jackson Ong estudió el pasaje de la oralidad a la escritura en las sociedades occidentales (principalmente de Europa). El fruto de sus investigaciones fue, entre otras cosas, una caracterización de qué es la “escritura” y cuál es su función en la sociedad. Para Ong, aprender a escribir es hacerse cargo de toda la tradición de escritura previa a uno mismo, es decir, que cuando el hablante comienza a escribir una lengua se integra en el mundo de la escritura y se sujeta a sus reglas. 

Por ejemplo, imaginemos la siguiente situación: 

Un hablante de la lengua castellana se anota en un concurso de alpinismo. Hace rato que entrena y se cree capacitado para ganarlo. Las condiciones del concurso son las siguientes: 

- El primero en escalar el Aconcagua a partir de hoy recibirá $100.000. 

Nuestro hablante se apura, viaja a Mendoza, y comienza a escalar día y noche para asegurarse el premio. Una vez en la cumbre, escribe apresurado un mensaje de texto (sí, hay señal en el Aconcagua) avisando de su logro a las autoridades del concurso. El mensaje dice lo siguiente: “Estoy en la sima”. 

Las autoridades reciben el mensaje, lo borran, y dicen: “Que nos avise mejor cuando termine de escalar”. Horas después, le otorgan el premio a otro escalador. 

¿Por qué pasó esto?  Porque en la lengua castellana la palabra “sima” significa “cavidad profunda en la tierra”, mientras que la palabra “cima” es la que significa “parte más alta de una montaña”. Entonces, por dos palabras que son homófonas entre sí, es decir, que al ser 

pronunciadas suenan parecido, nuestro hablante se quedó sin premio. Si hubiera sabido cuál era la letra indicada para la palabra que quería escribir, se habría podido quedar con los $100.000.



MÁS INFORMACIÓN: 

Es necesario entender que escribir erróneamente una palabra puede conducir a los lectores a tergiversar el sentido final del enunciado que se emite. De esta manera, el receptor no entiende el mensaje que queremos transmitir, y si el mensaje no se transmite adecuadamente, el objetivo mismo del lenguaje (la comunicación) se ve perjudicado. Hoy en día contamos con una aliada poderosa para escribir correctamente: la computadora. Los correctores automáticos de los procesadores de texto nos liberan de la responsabilidad de conocer todas y cada una de las reglas gramaticales, porque esos programas las tienen instaladas en su memoria. Ahora bien, es nuestra responsabilidad como hablantes de la lengua castellana prestarle atención al corrector cuando nos señala algún error gramatical, para mantener la igualdad entre lo que queremos decir y lo que efectivamente decimos.


8. Video de clase


9. Bibliografia complementaria

Bibliografía consultada:

  • Lengua y literatura I. 1a ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Ministerio de Educación de la Nación, 2015.

  •  Ilustraciones Claudio Andaur : Pag. 2

  • Biblioteca Digital Ciudad Seva: http://www.ciudadseva.com/bdcs/bdcs.htm

  • Alvarado, Maite y Yeannoterguy, Alicia (2007), La narración en La escritura y sus formas discursivas, Buenos Aires: Eudeba. 

  • Austin, John L. (1982), Cómo hacer cosas con palabras, Barcelona: Paidós. 

  • Barrenechea, Ana María y Manacorda de Rosetti, Mabel (1969), Estudios de gramática estructural, Buenos Aires: Paidós.

  • Laura Dalterio, Laura E, López, Diego Rodríguez Freiman, Gustavo Sposob, Santiago Valverde. (2012). GEOGRAFIA del Continente Americano. Buenos Aires: Kapeluz.

  • Marcelo Musa; Norma Inés Vallejo; Marta Jürgensen, edición a cargo de María Julia Arcioni y Alicia Prieto. (2011). Ciencias Sociales 1. Buenos Aires: Ediciones SM.

Links:

https://www.ign.gob.ar/content/%C2%BFqu%C3%A9-es-el-sistema-acu%C3%ADfero-guaran%C3%AD 


https://elpais.com/planeta-futuro/2024-03-07/una-mirada-diferente-a-la-desigualdad-latinoamericana.html


https://www.undp.org/  

Material complementario en PDFs 

PNUD_ElMapaDelDesarrollo_FINAL_1.pdf (link)

LA FÍSICA EN LA VIDA COTIDIANA. PDF (link)

10. Actividad

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ACTIVIDAD: LINK