Ñemboja digital Módulo 1 - Semana 3
Sitio: | Campus Virtual |
Curso: | Secundaria a Distancia - Aula A |
Libro: | Ñemboja digital Módulo 1 - Semana 3 |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | domingo, 22 de diciembre de 2024, 09:22 |
Tabla de contenidos
- 1. DIVERSIDAD BIOLÓGICA
- 2. DIVERSIDAD CULTURAL
- 3. RELACIÓN ENTRE DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y DIVERSIDAD CULTURAL
- 4. CRITERIOS PARA ORDENAR LA BIODIVERSIDAD
- 5. CARACTERÍSTICAS DE LOS CINCO REINOS DE LOS SERES VIVOS
- 6. LA BIODIVERSIDAD EN LA PROVINCIA DE CORRIENTES
- 7. Video de clase
- 8. BIBLIOGRAFIA OBLIGATORIA
- 9. BIBLIOGRAFIA OPTATIVA
- 10. ACTIVIDADES
1. DIVERSIDAD BIOLÓGICA
¡Hola a todos! Bienvenidos a esta clase. Hoy exploraremos dos conceptos clave para entender mejor nuestro entorno: la diversidad biológica y la diversidad cultural. La primera se refiere a la variedad de formas de vida en nuestro planeta, desde los microorganismos hasta los ecosistemas completos. La segunda abarca la riqueza de culturas, lenguas y costumbres que hacen única a la humanidad. A lo largo de esta clase, veremos cómo ambos tipos de diversidad están interconectados y su importancia para la sostenibilidad global.
¡Esperamos que lo disfruten!
Diversidad Biológica y Diversidad Cultural
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DIVERSIDAD BIOLÓGICA:
La diversidad biológica, también conocida como biodiversidad, se refiere a la variedad de formas de vida que existen en la Tierra. Esta diversidad incluye no solo a los diferentes tipos de organismos, como plantas, animales, hongos y microorganismos, sino también las diferencias genéticas dentro de cada especie y la diversidad de los ecosistemas en los que estas especies interactúan. La biodiversidad es crucial para el equilibrio y la estabilidad de los ecosistemas, ya que cada especie cumple un rol particular, contribuyendo al ciclo de nutrientes, la regulación del clima, la polinización de cultivos, y muchos otros servicios ecológicos esenciales.
La biodiversidad no es uniforme en todo el planeta. Algunas regiones, como las selvas tropicales, son increíblemente ricas en especies, mientras que otras, como los desiertos, tienen una menor diversidad biológica. La pérdida de biodiversidad, impulsada principalmente por actividades humanas como la deforestación, la contaminación, y el cambio climático, amenaza la capacidad de los ecosistemas para mantener los servicios ecológicos que son vitales para la vida en la Tierra, incluida la humana.
Comprende tanto la diversidad genética, de especies (animales, plantas, hongos y microorganismos), de poblaciones y de ecosistemas, como la de los múltiples procesos culturales que en diferentes épocas y contextos han caracterizado la relación del ser humano con su entorno natural.
Hasta el momento, los biólogos han identificado alrededor de 1.750.000 especies. Se estima que este número está bastante lejos de la realidad y que el planeta estaría habitado por unos 100 millones de especies.
Los insectos constituyen el grupo de organismos con mayor diversidad en el planeta. Los ambientes tropicales, en los cuales su diversidad es máxima.
2. DIVERSIDAD CULTURAL
La diversidad cultural se refiere a la variedad de culturas que existen en el mundo. Esta diversidad abarca diferencias en lenguas, religiones, costumbres, formas de organización social, prácticas artísticas, conocimientos tradicionales, y modos de vida. Al igual que la biodiversidad, la diversidad cultural es una fuente de riqueza para la humanidad, proporcionando diferentes perspectivas y soluciones a los problemas que enfrentan las sociedades.
La diversidad cultural permite a las comunidades adaptarse a cambios y desafíos, compartir conocimientos, y construir identidades únicas. Sin embargo, la globalización y la homogenización cultural pueden amenazar esta diversidad, llevando a la desaparición de lenguas, tradiciones, y modos de vida únicos. La conservación de la diversidad cultural implica la protección de los derechos culturales, la promoción del diálogo intercultural, y el apoyo a las comunidades para que puedan mantener y desarrollar sus prácticas culturales de manera sostenible.
3. RELACIÓN ENTRE DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y DIVERSIDAD CULTURAL
La diversidad biológica y la diversidad cultural están profundamente interrelacionadas. Muchas culturas tradicionales tienen un conocimiento profundo y un respeto inherente por la biodiversidad, ya que su subsistencia y bienestar dependen directamente de los recursos naturales disponibles en su entorno. Por ejemplo, las prácticas agrícolas tradicionales, las técnicas de manejo del agua, y las medicinas tradicionales a menudo se basan en un conocimiento íntimo de la biodiversidad local.
Además, la biodiversidad puede influir en la formación y el desarrollo de las culturas. Las comunidades humanas han adaptado sus prácticas culturales para aprovechar los recursos disponibles en su entorno biológico. Esto ha dado lugar a una gran variedad de modos de vida que son específicos de determinados ecosistemas, como las culturas de montaña, las culturas de las llanuras, o las culturas costeras. La pérdida de biodiversidad, por lo tanto, no solo amenaza los ecosistemas, sino también las culturas que dependen de ellos.
Por otro lado, la diversidad cultural también puede contribuir a la conservación de la biodiversidad. Las culturas que valoran y protegen su entorno natural tienden a desarrollar prácticas de manejo sostenible de los recursos naturales. Esto puede incluir la conservación de especies vegetales y animales, la protección de fuentes de agua, y la preservación de bosques y otros hábitats naturales.
En resumen, la diversidad biológica y la diversidad cultural son dos aspectos esenciales e interdependientes de la riqueza del planeta. Proteger y fomentar ambos tipos de diversidad es fundamental para garantizar un futuro sostenible, donde los ecosistemas naturales y las culturas humanas puedan prosperar en armonía. La pérdida de una de estas formas de diversidad inevitablemente afectará a la otra, destacando la necesidad de un enfoque integral en la conservación de la biodiversidad y la diversidad cultural.
4. CRITERIOS PARA ORDENAR LA BIODIVERSIDAD
Los seres humanos siempre han tenido la necesidad de agrupar y organizar los elementos de su entorno, ya que eso les facilita comprender y relacionarse con él. De todo lo que se encuentra en ese entorno, los seres vivos con los que habita siempre han sido de su mayor interés: nombrarlos, describirlos, entenderlos y clasificarlos son actividades que han ocupado una gran parte de sus esfuerzos.
Al igual que nosotros tenemos un nombre y un apellido para diferenciarnos y que no haya error a la hora de identificarnos, los científicos han pensado que los seres vivos también necesitan “nombre y apellido"; es decir, dos palabras para nombrarlos y que esa nomenclatura fuera única para evitar confusiones.
Este modo de clasificar se lo debemos a Carl Linneo (1707-1778), quien fue un naturalista sueco que tomando como base los trabajos de Aristóteles estableció, 2.000 años después, las bases del actual sistema de clasificación de los seres vivos., que cuando quería hablar de alguna especie con otros científicos tenía el problema de cómo referirse a ella para que no hubiera error, por lo que ideó el sistema denominado NOMENCLATURA BINOMIAL.
Esta nomenclatura consiste en asignar a las distintas especies un nombre formado por dos palabras.
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La segunda palabra se escribe en minúscula y nos indica la especie
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Ambas se escriben en letra cursiva cuando se escribe digitalmente, o subrayada si se escribe a mano.
Dentro de cada una de esas categorías, los organismos también reciben nombres en latín. Veamos como ejemplo la clasificación completa de la especie humana:
En el siglo IV a.C. Aristóteles clasificó a los seres vivos en animales y vegetales, surgiendo de esta forma los dos primeros reinos. Pero no fue hasta los años sesenta cuando el norteamericano R. H. Whittaker propuso la clasificación de los seres vivos en CINCO REINOS, atendiendo a:
● Tipo de célula (procariota o eucariota)
● Número de células por el que estuvieran formados (una o muchas)
● Forma de nutrición (autótrofa o heterótrofa).