Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 6

Sitio: Campus Virtual
Curso: Secundaria a Distancia - Aula C
Libro: Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 6
Imprimido por: Invitado
Día: domingo, 22 de diciembre de 2024, 09:50

1. LA GUERRA FRÍA Y MUNDO BIPOLAR

¡Hola! Bienvenidos a otra semana de actividades juntos.

Hoy en la clase 6, trabajaremos sobre dos temas importantes. En primer lugar, abordaremos la Guerra Fría, un periodo clave en la historia del siglo XX, marcado por la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Nos enfocaremos en las principales características de este conflicto y cómo impactó en el mundo.

Además, también recordaremos que el pasado 12 de octubre se conmemoró el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la inclusión, el diálogo intercultural y el respeto hacia los pueblos originarios, en línea con los principios de la Constitución Nacional y los Derechos Humanos.

Para profundizar en este último tema, les dejaremos un video alusivo que nos ayudará a entender mejor la importancia de la diversidad cultural.

¡Comencemos!

 


Cualquier explicación sobre el comienzo de la Guerra Fría debe tener como punto de partida la Segunda Guerra Mundial. Al acabar la contienda gran parte del continente europeo se encontraba en ruinas. El primer Ministro Británico Winston Churchill describió la Europa de la posguerra en una prosa muy gráfica "un montón de escombros, un osario, un criadero de pestilencia y de odio". Sobre Berlin, Alemania se dijo que "en ningún lugar se ha dado una destrucción a semejante escala". El 90% de los edificios de Colonia, Düsseldorf y Hamburgo y el 70% de los edificios del centro de Viena fueron destruidos por los bombardeos aliados.
En la posguerra asiática las condiciones eran casi igual de sombrías. Prácticamente todas las ciudades de Japón habían sufrido los constantes bombardeos norteamericanos y el 40% de sus zonas urbanas habían sido completamente destruidas. Tokio, la ciudad más populosa de Japón, fue devastada por las bombas incendiarias aliadas, que destruyeron más de la mitad de sus edificios. Hiroshima y Nagasaki conocieron un destino aún más trágico cuando las dos explosiones atómicas que pusieron fin a la Guerra del Pacífico las arrasaron totalmente.
La gran oleada de muerte y devastación provocada por la guerra destruyó no sólo gran parte de Europa y de Asia, sino también el viejo orden internacional. El sistema internacional eurocéntrico que había dominado el mundo durante quinientos años se había desintegrado prácticamente de la noche a la mañana. Dos gigantes militares de proporciones continentales -que ya se calificaban de superpotencias- se habían alzado en su lugar y trataban de forjar, por separado, un nuevo orden acorde con sus particulares necesidades y valores. La Unión Soviética (URSS) y Estados Unidos (EEUU), que se apoyaban en dos alianzas: el bloque oriental socialista o comunista encabezado por la Unión Soviética junto con los aliados del Pacto de Varsovia,  y el occidental capitalista, respaldado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
Se conformó así un orden mundial bipolar con centros de poder en el hemisferio norte. El conjunto de países pobres del hemisferio sur, no alineados con estos bloques, integró el grupo denominado “Tercer Mundo”.
Durante la Guerra Fría, las potencias evitaron enfrentarse de manera directa en el plano militar. La estrategia de los bloques consistió en establecer alianzas político-militares o acuerdos económicos con diferentes países, para acercarlos a sus respectivas zonas de influencia y lograr una permanente expansión. En algunos casos, esta estrategia de expansión provocó conflictos armados (como por ejemplo la guerra de Corea o la guerra de Vietnam), en los cuales las grandes potencias actuaban como aliadas de los distintos grupos locales. Estados Unidos y la URSS también compitieron en una carrera armamentista y espacial, en la que buscaron desarrollar la tecnología más avanzada destinada a conformar los ejércitos más poderosos y conquistar el espacio exterior.
Con la insaciable demanda de recursos para protegerse de las amenazas del enemigo, la exacerbación de la intolerancia política e ideológica, el enfocarse demasiado en posibles amenazas externas descuidando los problemas internos, la guerra fría deformó en gran medida las sociedades soviética y norteamericana, distorsionó sus prioridades y dilapidó su riqueza.
Otorgó una justificación para la expansión de la influencia norteamericana, facilitando así su liderazgo mundial. También concedió al dictador Stalin y a sus sucesores un enemigo externo para justificar el régimen interno represivo, ayudando a legitimar un gobierno que carecía de legitimidad y el control del partido comunista sobre la Unión Soviética. Por otra parte, exacerbó problemas como la pobreza crónica, la degradación del medio ambiente, los conflictos étnicos y la proliferación de las armas de destrucción masiva.

2. DEL CONFLICTO A LA INNOVACIÓN: COMO LA GUERRA FRÍA MOLDEÓ EL SIGLO XX

La guerra fría tuvo su desarrollo en las zonas de influencia que estas dos potencias querían conquistar, Europa, luego se trasladaron al noroeste asíatico, después al sudeste asiático, en la década de los setenta a Oriente Medio y el continente africado, por último fue el turno de América Central. Fueron tantos los conflictos que entre 1945 y 1990 tan sólo durante tres semanas, no existió ningún conflicto en el mundo. A lo largo de toda la guerra fría se libraron entre 150 y 160 conflictos abiertos.
A pesar de todas sus consecuencias psicológicas, económicas y la devastación ocasionada en aquellos lugares del mundo donde las superpotencias encontraron un lugar para sus guerras vicarias, la guerra fría tuvo un mérito innegable: se convirtió en un sistema internacional caracterizado por un código implícito de comportamiento que ayudó a evitar la devastación de una tercera guerra mundial.
Aunque son poco conocidas, muchas de las consecuencias sobre la vida cotidiana de la guerra fría ayudaron a modelar el mundo actual. En Estados Unidos, por ejemplo, el sistema de autopistas interestatales fue creado para facilitar el traslado de tropas y agilizar la evacuación de las ciudades en caso de un ataque nuclear. El aumento de la educación universitaria que se produjo en este mismo país en los años cincuenta obedece a la necesidad apremiante de hacer frente a la amenaza tecnológica soviética que había situado al primer satélite —el Sputnik— en órbita en 1957. La guerra fría también transformó el mapa económico de Estados Unidos gracias a las enormes necesidades del llamado complejo industrial-militar. Así, cuando comenzó la guerra fría la población de California era de tan sólo cinco millones, mientras que al término de la misma este estado había alcanzado ya los treinta millones debido a las nuevas industrias relacionadas con el complejo industrial-militar.

3. UN VENENOSO LEGADO DE LA GUERRA FRÍA: EL PLUTONIO

De 1950 a 1990, el Departamento de Energía de Estados Unidos produjo un promedio de cuatro bombas nucleares al día en fábricas construidas a toda prisa, y con escasas medidas de protección medioambiental, que dejaron un gran legado de residuos radiactivos tóxicos.

En el estado de Washington, los ingenieros enviados a limpiar el desastre tras la Guerra Fría descubrieron 54 millones de galones de lodo altamente radiactivo procedente de la producción del plutonio de las bombas atómicas estadounidenses, incluida la que fue lanzada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945.

El plutonio es un elemento químico cuyo isótopo -239 se forma cuando un átomo de uranio-238 captura un neutrón, y pasa a ser uranio-239; luego sufre una desintegración beta (emite una partícula) y se convierte en neptunio-239, y este sufre otra desintegración beta y queda por fin en plutonio-239. Esta reacción en cadena tiene lugar en reactores nucleares, y da como resultado un elemento peligroso y delicado.

El plutonio tiene una vida muy larga (más de 24.000 años) y tiene la capacidad, si es golpeado, de liberar enormes cantidades de energía en muy poco tiempo. De hecho, la bomba que Estados Unidos detonó sobre la ciudad japonesa de Nagasaki a finales de la Segunda Guerra Mundial tenía un núcleo de plutonio-239. 

Sin embargo, aparte de su capacidad explosiva, el plutonio-239 no es demasiado útil, de forma que darle otros usos no es posible sin procesarlo de alguna forma primero, y esto tampoco es sencillo. A diferencia del uranio enriquecido, no hay un proceso simple y sencillo que aplicar al plutonio para que no se pueda utilizar en armamento.

En el año 2000, después de meses de negociaciones, Estados Unidos y Rusia firmaron por fin un acuerdo para reducir sus almacenes de plutonio preparado para utilizarse como armamento nuclear, un elemento peligroso y delicado que, decía el tratado, ya no era necesario como elemento defensivo. Según lo firmado, cada uno de ellos se comprometía a deshacerse de 34 toneladas métricas de plutonio, suficiente para fabricar 17.000 armas nucleares. Sin embargo, años más tarde, en el 2016, ese plutonio volvía a convertirse en un problema. A causa de las tensiones entre los dos países por la situación en Siria y Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciaba la suspensión del acuerdo firmado hace 16 años, alegando acciones poco amistosas por parte de Washington. En esta decisión, en la que los motivos políticos son innegables, hay un importante componente científico.

3.1. CAÍDA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA Y FIN DE LA GUERRA FRÍA

CAÍDA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA Y FIN DE LA GUERRA FRÍA

Durante la década de 1980, las reformas económicas y políticas en la Unión Soviética, conocidas como "perestroika" (reestructuración) y "glasnost" (transparencia), introducidas por el líder soviético Mijaíl Gorbachov, no lograron salvar al sistema comunista. En 1989, una ola de revoluciones barrió Europa del Este, derribando los regímenes comunistas. El Muro de Berlín cayó en noviembre de 1989, simbolizando el fin de la división de Alemania.

En 1991, la Unión Soviética se disolvió oficialmente, marcando el fin de la Guerra Fría. Los Estados Unidos emergieron como la única superpotencia global, y muchos antiguos estados comunistas de Europa Oriental se alinearon con Occidente, uniéndose a la OTAN y a la Unión Europea.

4. LA LITERATURA LA GUERRA FRÍA


‘Boom’, revolución y otras polémicas de la guerra fría

El Boom Latinoamericano


Contexto Histórico: El boom latinoamericano se refiere a la explosión de creatividad literaria que tuvo lugar en América Latina durante los años 1960 y 1970, coincidiendo con la época de la Guerra Fría. Esta generación de escritores, incluyendo a Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, y Julio Cortázar, comenzó a publicar en un periodo marcado por la agitación política y social, que es el mismo periodo descrito en el texto.
Durante el boom, muchos de los escritores se enfocaron en temas relacionados con la revolución y la dictadura, que eran centrales en el contexto político de la época. Las novelas de esta época a menudo exploraban el autoritarismo, la represión y las aspiraciones revolucionarias, reflejando las tensiones de la Guerra Fría en la región.
La Revolución Cubana tuvo un impacto significativo en estos escritores. Al principio, muchos de ellos simpatizaban con la revolución como un movimiento de cambio y esperanza, pero las desilusiones y conflictos posteriores, como el encarcelamiento de Heberto Padilla y la intervención soviética en Checoslovaquia, causaron fracturas y debates intensos entre ellos.
La Guerra Fría dividió el mundo en dos bloques, capitalista y comunista, y América Latina se convirtió en un campo de batalla ideológico entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Esta polarización se reflejaba en la literatura del boom, donde las novelas y ensayos abordaban los impactos de esta división en las sociedades latinoamericanas.
Los intelectuales y escritores del boom latinoamericano no podían mantenerse al margen de los eventos políticos de su tiempo. La Guerra Fría influyó en sus obras y en sus vidas, llevándolos a tomar posiciones políticas y a participar activamente en los debates sobre el futuro de la región
 La correspondencia entre los escritores del boom, mencionada en el texto, es un testimonio de cómo la Guerra Fría y los eventos en Cuba y en otros países latinoamericanos influenciaron sus pensamientos y obras. A través de cartas, estos escritores discutían y debatían sus ideas sobre la revolución, el autoritarismo y la democracia, reflejando las divisiones y alianzas políticas de la época.
El boom latinoamericano y la Guerra Fría están intrínsecamente conectados, ya que la literatura de esa época no sólo reflejaba las tensiones políticas y sociales de la Guerra Fría, sino que también influía y era influida por los eventos revolucionarios y autoritarios en la región. Los escritores del boom utilizaron sus obras para explorar, criticar y, a veces, apoyar los movimientos políticos de su tiempo, convirtiéndose en actores importantes en la escena cultural y política de América Latina durante la Guerra Fría.


Diferentes escritores, cuya obra o vida está ligada al contexto político de la Guerra Fría, fueron tema de numerosos programas de la radio y la TV en Colombia entre los años 60 y 90.


Señal Memoria conserva algunos registros sonoros que dan cuenta de la relación entre la literatura y la Guerra Fría. La obra de autores ligados al inicio de la amenaza nuclear, escritores del otro lado de la Cortina de Hierro o poetas colombianos cuya vida estuvo ligada a sucesos del conflicto bipolar, fueron temas explorados en registros de la Radiodifusora Nacional, la HJCK y las cámaras de Inravisión entre 1965 y 1993.
Cuando la política mundial se sumió en el conflicto de dos bloques antagónicos de poder, la literatura no pudo ser indiferente. Para numerosos hombres y mujeres de letras, la Guerra Fría significó una influencia para su creación, un factor decisivo en sus vidas al ser esta un detonante de su militancia o de su lugar de residencia o, en general, fue un momento de la historia que directa o indirectamente se relacionó con su obra. Los programas culturales de la radio y la televisión que conservamos atestiguan partes de esa relación.

5. LETRAS EUROPEAS AL SERVICIO DE LA PAZ

Años después de la muerte del escritor galés Bertrand Russel (1872-1970), la HJCK le hizo un homenaje con una breve reseña biográfica que hacía énfasis en su rol político durante los convulsos años de la Segunda Guerra Mundial. Russell, Premio Nobel de Literatura en 1950, es considerado  como el filósofo de habla inglesa más influyente del siglo XX. Desde ese importante papel, lideró un destacado activismo político, primero como resistencia a la expansión del fascismo en Europa y luego, como rechazo a la competencia nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Bajo este último rol, esta grabación, a cargo de un locutor cuya identidad desconocemos, recuerda la polémica manifestación antinuclear que Russell lideró en Londres en 1961 y que le costó la detención.
En 1945, recién establecido el orden mundial diseñado en Yalta, el escritor George Orwell (1903-1950) usó la expresión “guerra fría” para referirse a la nueva situación en la revista socialdemócrata Tribune. Tratándose de uno de los autores más leídos en el mundo, su presencia en la radio cultural colombiana ha sido frecuente. Como una muestra de ello, están las siguientes historias contadas por el periodista español Ricardo Bada en 1993, en una nota del servicio internacional de la Deutsche Welle para la HJCK. En esta grabación sobre el aporte de Orwell a la radio pública británica durante la Segunda Guerra Mundial, Bada concluye que parte de la censura que el escritor padeció entonces, pudo inspirar parte del argumento de 1984, aquella novela que reflejaba los temores del autor a la represión política y a la manipulación de la información, tan presente en regímenes de ambos lados del Muro de Berlín.
Seis meses antes de la caída del Muro, la HJCK registró la noticia de la edición de la obra póstuma de uno de los intelectuales que más criticó ese símbolo de la Guerra Fría, el escritor Heinrich Böll (1917-1985), Nobel de Literatura en 1972. Esta nota incluye un fragmento de la última grabación de la voz este novelista y ensayista nacido en Colonia, ofrecida por el servicio internacional de la radio pública alemana. La importancia de Böll en ese momento histórico, radica en sus posturas incómodas para la política alemana de ambos lados de la frontera, por sus polémicas con la Iglesia Católica y los gobiernos de derecha, en el Oeste, y por movilizar a la intelectualidad europea contra la represión política en el Este. Sin saber aún que Alemania pronto se reunificaría, este registro evoca algunas de esas controversias.

6. POESÍA Y NOVELA AL OTRO LADO DEL MURO

En muchas ocasiones la literatura en la Unión Soviética se dividió según su fidelidad al régimen, como lo recuerda la presión del gobierno de Moscú en 1958 para que Boris Pasternak rechazara el Nobel. En contraste, también hubo escritores no solo leales al Sóviet Supremo, sino a quienes el conflicto los convirtió en propagandistas culturales del estado. Uno de ellos fue Ilyá Ehrenburg (1891-1967), simpatizante de la Revolución desde sus primeros años y frecuente corresponsal de los aliados Durante la Segunda Guerra Mundial, para el inicio de la Guerra Fría había sido reconocido en Moscú como diputado y recibido el Premio Lenin de la Paz. Fuera de esas polémicas, el escritor colombiano Jorge Zalamea decidió recordar a Ehrenburg por la parte menos conocida de su vida pública: su obra poética.
Pero, de la misma forma, también hubo en Rusia posturas intelectuales que, sin ser disidentes ni defensores del régimen, abogaban por una postura intermedia. Una de las figuras más notables de ese movimiento fue Yevgueni Yevtushenko (1932-2017), quien visitó Colombia a principios de 1968, el año en el que los regímenes políticos de ambos bloques fueron desafiados por la juventud y la sociedad civil. Esta visita histórica fue cubierta por Inravisión, en cuyos estudios fue entrevistado el poeta por Gloria Valencia de Castaño. En el audio de esta entrevista, hoy parte del archivo de la HJCK, Yevtushenko reflexiona sobre los riesgos de un oficio aparentemente inofensivo como el suyo, pensamiento más que oportuno para un símbolo de una generación que clamaba por cambios profundos en la política y la sociedad de su país. 
Un símbolo ampliamente reconocido en el mundo de los movimientos políticos y sociales de 1968, fue el escritor checo Milan Kundera (1929), de quien presentamos esta reseña biográfica realizada en 1990 por el librero Hans Ungar para la HJCK. La obra literaria de Kundera se ha caracterizado por reflexionar alrededor de los conflictos políticos de su país, que  le costaron el exilio, la revocación de su ciudadanía y la prohibición de su obra: el estalinismo en La broma, la invasión soviética a Praga en La insoportable levedad del ser o la represión del régimen checoslovaco en El libro de la risa y el olvido. Mientras su país inauguraba un nuevo régimen derivado de la Revolución de Terciopelo, en esta grabación se comenta el lanzamiento de su novela La inmortalidad, un paso hacia temas más cosmopolitas y apolíticos en el trabajo de Kundera.

7. DE MOSCÚ A BOGOTÁ: ENTRE EL ELOGIO Y LA CENSURA

Uno de los grandes acontecimientos de la literatura colombiana fue la obtención del Premio Lenin de la Paz por parte del escritor Jorge Zalamea Borda (1905-1969) en 1968, noticia que fue registrada por un programa especial emitido por la HJCK. Diplomático de los gobiernos liberales y agitador radial durante el Bogotazo, fue conducido al exilio y a la censura durante la Violencia bipartidista que parcialmente ligó a Colombia al macartismo de la Guerra Fría. En reconocimiento a su obra literaria, el gobierno soviético le otorgó esta distinción, con la cual la URSS buscaba hacer un contrapeso a los premios Nobel. Una delegación de Moscú visitó el país para entregarle la distinción en el Teatro Colón de Bogotá, acto que no le impidió al autor de El sueño de las escalinatas hacer pública su protesta contra la invasión a Checoslovaquia efectuada ese mismo año.
Al chileno Pablo Neruda (1904-1973) y al colombiano Luis Vidales (1900-1990) no solo los unió la poesía, sino también las persecuciones de las que fueron objeto en sus respectivos países debido a su militancia de izquierda. De ahí que sea muy grato tener este registro de Vidales sobre su relación con el Nobel, realizado en 1986 por la Radiodifusora Nacional. Aquí hallamos a Vidales, cofundador del Partido Comunista Colombiano exiliado y perseguido en numerosas ocasiones por sus ideas políticas, en la última de varias rehabilitaciones políticas que le hacía el gobierno nacional, dos años después de también haber recibido el Premio Lenin de la Paz. En este fragmento, el poeta quindiano narra su amistad y frecuente intercambio literario con Neruda.


8. BIBLIOGRAFÍA

McMahon, R. (2009). La guerra fría. Una breve introducción. Madrid: Alianza. 
Álvaro Lozano (2007) La guerra fría,, Editorial Melusina. 
https://www.infobae.com/america/the-new-york-times/2023/06/02/un-venenoso-legado-de-la-guerra-fria-en-estados-unidos-que-aun-no-tiene-solucion/
Actividades:
El Átomo. Protones, neutros y electrones - Fuente: https://www.diferenciador.com/protones-neutrones-y-electrones/
Bibliografía Complementaria:
Tabla Periódica (LINK)
Escombros de la Guerra Fria (LINK)
El átomo - Protones Neutrones Electrones (LINK)

9. VIDEO DE CLASE


10. ACTIVIDAD

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ACTIVIDAD: LINK