2. La igualdad de género
La igualdad de género no solo es un derecho
humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para
construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Se han conseguido algunos avances durante las
últimas décadas: más niñas están escolarizadas, y se obliga a menos niñas al
matrimonio precoz; hay más mujeres con cargos en parlamentos y en posiciones de
liderazgo, y las leyes se están reformando para fomentar la igualdad de género.
A pesar de estos logros, todavía existen
muchas dificultades: las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan
siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos
los niveles de liderazgo político, y 1 de cada 5 mujeres y niñas de entre 15 y
49 años afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de una pareja
íntima en un período de 12 meses.
Cerca del 60 % de las mujeres trabaja en la
economía informal, lo que las expone aún más a caer en la pobreza.
Poner a las mujeres y las niñas en el centro
de las economías dará lugar, fundamentalmente, a mejores resultados de
desarrollo y más sostenibles para todos, apoyará una recuperación más rápida y
encauzará al mundo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.