Una buena
comunicación -en un contexto laboral- tiene impacto tanto a nivel personal como
en los equipos de trabajo. Ya sea una presentación oral o un informe, es necesario
expresarse bien para que el mensaje sea entendido a cabalidad por el receptor. Cuando el
trabajador se enfrenta al desafío de relacionarse con sus colegas, saber
comunicar ayuda a ordenar las ideas, facilita el trabajo en equipo, orienta la
gestión al cumplimiento de objetivos y fomenta el buen clima organizacional,
algo que se relaciona directamente con la productividad laboral. Por otro
lado, en términos personales, un buen manejo de la comunicación oral y escrita
contribuye positivamente en la valoración de un profesional, ampliando sus
opciones en el mercado laboral.