3. Pausa!!!! ¿Qué pasa si mi proyecto no tiene un fin lucrativo?

Hasta acá siempre ha parecido que nos tenemos que enfocar en alguna actividad que genere “ganancias”... Y, probablemente, sea así si pensamos en el sentido de ganancia como un beneficio económico. ¿Qué estamos diciendo? Pensemos en una entidad sin fin de lucro (por ejemplo TECHO) [1]. Para conseguir fondos los integrantes de esta organización realizan una actividad económica (podés pensar cualquiera, por ejemplo vender chipá en la plaza). Al momento de producir (en este caso el chipa) tendrán que invertir recursos… al momento de vender ¿lo harán a un valor mayor de lo invertido? ¿al mismo valor? ¿a un valor más bajo?. Como las respuestas a estas preguntas son obvias también lo es pensar que una ONG realiza actividades económicas y, por lo tanto, busca una ganancia (o beneficio).
Entonces, y de acuerdo al PROYECTO DE ACCIÓN DEL MÓDULO: ”Diseño de una Propuesta de Participación Comunitaria a través de una ONG” vamos a empezar a definir esta propuesta pensando en los temas que ya vimos en el desarrollo del módulo y los que veremos. Vas a encontrar además un foro de consultas para ir canalizando nuestras dudas.
¿Retomamos? entonces si estamos buscando realizar una actividad económica deberemos pensar si hay un “mercado” para lo que ofrecemos.
1- Y aquí viene nuestra primer pregunta. ¿Tiene tu producto o servicio un mercado? ¿Lo conocés? ¿Sabes cómo está formado? ¿Sabes cuántos oferentes (competencia) hay en el mercado? ¿Y cuantos demandantes?. Las respuestas que sirven, por ahora, son “demasiados”, “muchos”, “algunos”, “muy pocos” o “ninguno” (o sus similares)
Si bien las cantidades a comprar y vender dependen, en principio, del precio del producto hay otras razones que pueden influenciar sobre ellas.
Productos sustitutos y complementarios: dos productos son sustitutos cuando el consumo de uno reemplaza al del otro por satisfacer necesidades similares (café y té por ejemplo). Son complementarios cuando el consumo de uno implica el consumo de otro (café y azúcar, siguiendo el ejemplo) Si aumenta el precio de un producto disminuye la cantidad que se demanda de él; por lo tanto también disminuirá la cantidad demandada de los bienes complementarios y aumentará la de los sustitutos (si sube el precio del café la gente consumirá menos café y menos azúcar, pero más té)
Productos de oferta conjunta y rival: los productos de oferta conjunta son aquellos que, si se produce uno, adicionalmente se produce otro (si se quiere aumentar la producción de cueros aumentará la producción de carne vacuna). Los productos de oferta rival son aquellos que “compiten” por los factores de la producción (si se quiere producir más soja en un campo se producirá menos trigo). La mejora del precio de un producto de oferta conjunta aumenta las cantidades ofrecidas de ambos, y disminuyen las de un bien de oferta rival.
2- Vamos a seguir caracterizando a nuestro “mercado” y para ello necesitamos saber si existen productos “complementarios”, “sustitutos”, “de oferta conjunta” y “de oferta rival”
Ingresos de la Población, cambios en el gusto de los consumidores, modas: son factores distintos al precio que influyen en las cantidades a comprar. Mayores ingresos o un cambio favorable en el gusto (o la moda) harán que se demanden más productos.
Clima, nuevas tecnologías, costo de los factores de la producción: son factores distintos al precio que influyen en las cantidades a ofrecer. Un clima favorable o una innovación tecnológica permitirán producir más (y ofrecer más). Un aumento de costos me llevará a producir menos.

 TECHO, antes conocida también como Un Techo para mi País, es una organización latinoamericana sin fines de lucro liderada por jóvenes de distintos países de América Latina y el Caribe