Hola! Nos vemos en una nueva semana. Esta vez trabajaremos con una
temática que debemos desarrollar en estos días donde la profusión de opiniones
disfrazadas de información torna como dudosas a las cosas que vemos, leemos o
escuchamos. En algunos casos las creencias (es decir, los deseos, ilusiones,
suposiciones e intereses) tienden a imponerse a los conocimientos, generando
una falsa imagen de la realidad, algo que no ayuda mucho en una situación de
emergencia, cuando más necesitamos del pensamiento objetivo. En realidad, esta problemática surge de la aceptada desarmonía entre la
emoción y la razón, entre el sentir y el pensar. Considerar que algo es
verdad solo porque es lo que nos gusta, lo que siempre fue, lo que determinan
“los que saben”, lo que fue “revelado por los Dioses” puede llevarnos a tomar
caminos equivocados para nosotros, nuestra familia y nuestra comunidad.