1. Concepto de Filosofía.

1.6. ¿Para qué sirve la filosofía?

El estudio de la filosofía tiene dos aspectos fundamentales: por un lado se basa en el conocimiento y comprensión de los temas que han ocupado a los diferentes filósofos a lo largo de la historia; por otro lado, consiste en el aprendizaje y práctica de la actividad de filosofar. De esta manera, contribuye a desarrollar las siguientes cualidades en todos aquellos que se dedican a ella:

• Ayuda a formarse una visión panorámica del conjunto del saber humano. Esto es importante para distinguir entre unos saberes y otros, y tener un criterio propio ante las supersticiones. Tradicionalmente se ha dicho que la filosofía ofrece una perspectiva sobre la totalidad de lo real, de manera que podamos entender qué lugar corresponde a cada cosa en el conjunto. Esta «perspectiva de totalidad» es una característica exclusiva del saber filosófico.

• Estimula una actitud reflexiva y crítica ante las tradiciones heredadas de nuestros antepasados y ante la visión del mundo que imponen los poderes establecidos y los medios de comunicación de masas (prensa, radio, televisión, Internet, etc.).

• Permite elaborar buenas argumentaciones, fomentando el hábito de fundamentar las propias convicciones en buenas razones que otras personas puedan entender. Esta capacidad es imprescindible para avanzar en la búsqueda de la verdad y resolver los problemas de la mejor manera posible.

• Desarrolla la capacidad de análisis, lo que permite señalar semejanzas y diferencias, distinguir lo esencial de lo accesorio, descubrir errores, comprender la complejidad del mundo y de la mente, etc. Esta capacidad resulta indispensable para tener las ideas claras y sirve para afrontar cualquier problema.

• Coopera decisivamente en la formación ética y cívica, puesto que ayuda a comprender de manera crítica los fundamentos de la convivencia pacífica en una sociedad abierta, pluralista y democrática.

En este sentido, contribuye a la formación de mejores personas, compañeros y ciudadanos.



La filosofía defiende el pensamiento crítico y bien fundamentado, oponiéndose al dogmatismo, fanatismo y fundamentalismo, que pretenden imponer una doctrina o práctica sobre las demás. Así, filosofar hace a las personas menos ingenuas, más reflexivas y más libres.

Podemos adentrarnos en una fascinante exploración filosófica sobre la organización y el funcionamiento de las instituciones en la sociedad, el enfoque central de las siguientes páginas. Observamos que la filosofía, al indagar en las diversas formas de conocimiento y en las prácticas sociales, tiene la capacidad de analizar de manera crítica las estructuras institucionales, tanto públicas como privadas. Por ejemplo, ¿cuáles son las implicaciones éticas de la financiación de instituciones privadas? ¿Cómo se relaciona el concepto de justicia filosófica con la distribución de recursos por parte de las instituciones públicas? ¿Cuál es el papel de las instituciones en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, tal como se plantea en el material de la semana II?

La filosofía ofrece un marco conceptual para examinar las instituciones desde una perspectiva ética y reflexiva, lo que nos permite comprender mejor su función en la sociedad y cómo pueden contribuir al bienestar común.