3. LA SINERGIA

Con la palabra sinergia (proveniente del griego synérgeia, “cooperación”) solemos llamar a la acción conjunta de dos o más agentes para llevar a cabo de manera exitosa una tarea.
Se habla de sinergia empresarial para referirse a la acción conjunta de dos o más elementos de una misma organización, en pro de la realización de una meta común, de manera tal que se saque el mayor posible beneficio a partir de los mismos recursos iniciales. Esto también puede darse entre dos empresas totalmente distintas. Por ejemplo: las empresas de tecnología Intel y Microsoft operan sinérgicamente en la producción de microprocesadores potentes, de modo tal que las labores de una abaratan los costos de la otra al promover la demanda y un “círculo virtuoso” en términos económicos para ambas.
El concepto sinergia en negocios adquirió popularidad en la década de 1990, cuando los ejecutivos de corporaciones y los banqueros dedicados a inversiones utilizaban el término sinergia corporativa para ganar aceptación para las fusiones y adquisiciones que se proponían. 
La sinergia corporativa describe al valor adicional esperado que alcanzan las empresas al fusionarse. En otras palabras, dos empresas que trabajan juntas después de una fusión o adquisición pueden producir más valor que la suma de sus efectos individuales. Esto se debe en gran medida a las economías de gran escala. Las empresas más grandes que se fusionan no solo se complementan, sino que además logran reducir costos, lo que, en definitiva, conduce a una mayor rentabilidad.
A veces, la sinergia corporativa no solo fundamenta al proceso de fusiones y adquisiciones. También se usa cuando una empresa vende el trabajo de otra o cuando presta miembros del equipo para, por ejemplo, el desarrollo conjunto de un producto entre distintas compañías.
En la práctica, no es nada fácil lograr la sinergia corporativa, particularmente, la sinergia financiera, que es la que se produce cuando se fusionan las finanzas de dos empresas. La integración de dos negocios y lo que representan en su totalidad incluidas las finanzas, los empleados, los productos, la cultura y las prácticas demandan mucho tiempo y esfuerzo. La falta de un proceso adecuado para la gestión de los cambios puede hacer que el proceso de fusiones y adquisiciones no sea suficiente para cumplir con los beneficios esperados. A esto se lo llama sinergia negativa. 
Las expectativas de la sinergia corporativa en relación con las fusiones y adquisiciones, combinadas con los potenciales efectos negativos de cuando las acciones conjuntas no han dado resultado, contribuyen a la asociación actual de la sinergia con su uso como palabra de moda.