6. CARACTERÍSTICAS DEL ENTORNO

El entorno de la organización es el conjunto de factores externos que tienen efectos en el negocio. Las compañías se relacionan con clientes, proveedores, gobiernos y otras empresas. Es decir, tienen un entorno que se caracteriza por: 
1-      La dinamicidad
Deriva del carácter cambiante del entorno organizacional y de la velocidad a la que se producen los cambios.
  • Nuevas tecnologías y clientes/usuarios. El avance de las nuevas tecnologías y la generalización de su uso en la sociedad son un factor de cambio en la dinamicidad del entorno empresarial. La variable “tecnología”, además, ha jugado un papel determinante como generadora de nuevos perfiles de consumidor.
  • Nuevas necesidades a nivel interno. El reto reside en que las empresas sepan satisfacer las necesidades del consumidor mucho más informado y exigente. También deben cubrir las necesidades de sus empleados, proveedores, inversores o colaboradores, sin perder de vista otras dificultades financieras y operativas.
La agilidad en la gestión y la adaptación al cambio son elementos comunes que todos los sectores destacan en un entorno de inestabilidad.
2-      La ambigüedad
Ya no hay una solución única a las circunstancias que nos rodean, lo que confiere al entorno empresarial una gran incertidumbre. Nos encontramos en entornos VUCA.
¿Qué es VUCA?
El concepto VUCA tiene su origen en el campo militar estadounidense. Fue creado en los años 90 para servir de instrumento con el que analizar el escenario mundial posterior a la guerra fría.
En la actualidad, este concepto se aplica dentro del entorno de las organizaciones como respuesta estratégica frente a la elevada inestabilidad del mercado.
Las siglas de VUCA significan lo siguiente:
  • Volatility (volatilidad). Las situaciones inesperadas que pueden afectar a una empresa derivan de variables que pueden ser reconocibles o esperadas. No siempre está en nuestra mano prever en qué grado o durante cuánto tiempo. Es decir, ante la volatilidad es necesaria una visión de futuro.
  • Uncertainty (incertidumbre). Un entorno incierto es imprevisible. Es posible determinar el origen del problema, pero la falta de información no permite diseñar planes para aprovechar la situación a nuestro favor. Por lo tanto, ante la incertidumbre es esencial la formación y actualización constantes.
  • Complexity (complejidad). En un escenario complejo se consideran múltiples variables: qué quiere, necesita o desea el consumidor, en qué dirección se van a mover el mercado y la competencia. En la organización se necesitará sencillez y claridad para afrontar la complejidad.
  • Ambiguity (ambigüedad). Todo puede cambiar en días. Ante un problema, la agilidad en la capacidad de respuesta con una planificación estratégica es la que le puede dar una ventaja competitiva real a una empresa. De esta manera, se podrá solventar el obstáculo que surja.
3-      La discontinuidad
Un entorno inestable y discontinuo genera profundas innovaciones. En un momento de inestabilidad debemos estar atentos al modo en el que las innovaciones pueden afectar a las nuevas necesidades del cliente/usuario, pero también a la empresa.
La clave reside en explorar nuevas vías de gestión de recursos. Un ejemplo lo encontramos en la adquisición de soluciones centralizadas de gestión integral del negocio basadas en business intelligence.