La publicidad utiliza el lenguaje de muchas maneras. La
principal de todas ellas es la creación de un eslogan publicitario. Este tipo
de enunciado generalmente es una frase breve y fácil de recordar que sintetiza
la idea central del producto que se quiere vender (o de la empresa que lo
fabrica). Un eslogan efectivo cumple con tres características básicas:
condensación, originalidad e impacto. Su mayor logro es que los consumidores
repitan la frase propuesta más allá de si la publicidad en la que aparece está
presente o no, asegurándose así una llegada a un público más amplio. Todo
eslogan busca modificar la conducta de los compradores respondiendo a alguno de
los postulados centrales del mercado: · La creación de necesidades: una empresa
debe aspirar a crear en el consumidor una necesidad nueva más allá de las
básicas que permiten su subsistencia (alimentación, vivienda, salud y vestido).
Para lograrlo, apuntan a colmar el tiempo libre de las personas (por más escaso
que sea) con nuevas actividades dedicadas al consumo de los bienes o servicios
que proponen. Por ejemplo, un comercial de un conocido salón de videojuegos
presenta a un oficinista aburrido en su trabajo que agarra una abrochadora y
descubre que puede utilizarla como un arma virtual. De repente, todos en la
oficina comienzan a actuar como si se estuvieran disparando en un juego de
guerra. La diversión termina cuando la supervisora los mira fijo y ellos
vuelven a sus lugares. La publicidad tiene como eslogan: “Te está faltando
Sacoa” El análisis de la frase nos revela el propósito de la empresa: al
principio figura el destinatario como objeto indirecto en un registro informal
(“Te” está faltando a vos); luego, el gerundio indica continuidad en el tiempo,
es decir, una necesidad constante (siempre te está “faltando” eso); por último,
ese algo que está faltando es el sujeto de la oración. Es decir el nombre de la
marca de videojuegos. · La obsolescencia programada: las empresas deben buscar
que sus productos no sean eternos, es decir, que no duren en el tiempo más que
una breve temporada. Esto se ve claramente en el mundo de la moda, donde la
vestimenta sirve para el verano o invierno de tal o cual año, y de la
tecnología, donde los productos sirven hasta que rápidamente aparece otro que
lo vuelve “obsoleto”, que lo desactualiza. · La conformación de un “estilo de
vida”: la empresa debe fabricar un producto tal que, además de poseer una
utilidad material o espiritual, sostenga un “estilo de vida” con el que el
consumidor pueda identificarse. Así, las marcas caen frecuentemente en la
alusión a estereotipos sociales (como “el oficinista”, “la ama de casa”, “la
fanática de la moda”, etc.) para lograr una identificación más rápida con el
público al que está dirigido el producto. En el análisis constante al que son sometidas las
publicidades, los gráficos estadísticos son esenciales para el seguimiento y
análisis de las campañas, lo cual ayuda a los especialistas de marketing a
optimizar sus estrategias publicitarias en función de los datos recopilados.