4.4. Etapas de la Vida y Necesidades Nutricionales
Infancia La leche materna es la fuente ideal de nutrición para los
recién nacidos, proporcionando todos los nutrientes esenciales, factores de
crecimiento y anticuerpos necesarios para el desarrollo temprano. A partir de
los seis meses, se introducen alimentos sólidos para complementar la leche
materna, asegurando un aporte adecuado de hierro, zinc y otros nutrientes
críticos. Niñez Los niños experimentan un crecimiento rápido, lo que aumenta
sus necesidades de calorías, proteínas, vitaminas y minerales. Nutrientes como
el calcio y la vitamina D son esenciales para el desarrollo óseo. Una buena
nutrición es crucial para el desarrollo del cerebro y las funciones cognitivas.
Deficiencias nutricionales pueden afectar el rendimiento escolar y el
desarrollo intelectual. Adolescencia Durante la adolescencia, se producen picos de crecimiento
que requieren un aumento en la ingesta de calorías y nutrientes, especialmente
proteínas, calcio, hierro y zinc. Los cambios hormonales influyen en el
metabolismo y las necesidades nutricionales. Es importante mantener una dieta
equilibrada para apoyar estos cambios y prevenir deficiencias. Adultez En la adultez, una dieta equilibrada es fundamental para
mantener la salud, prevenir enfermedades crónicas y apoyar un estilo de vida
activo. Las necesidades calóricas pueden disminuir con la edad, pero la demanda
de nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales sigue siendo alta para
mantener la masa muscular y la salud general. Vejez En la tercera edad, la nutrición adecuada es esencial para
prevenir enfermedades crónicas, mantener la movilidad y mejorar la calidad de
vida. Nutrientes como el calcio y la vitamina D son cruciales para prevenir la
osteoporosis y mantener la salud ósea.