2. TENSIONES ENTRE EL ESPACIO PÚBLICO Y PRIVADO
Si tuviéramos que pensar en la noción de "espacio público", ¿cuáles son las primeras Imágenes que se nos aparecen? ¿La calle? ¿La plaza? Probablemente estos dos sean lugares que nos remiten, en la Imaginación, al espacio público. Pero, ¿Qué es "lo público"?
La investigadora Nora Rabotnlkoff dice que existen tres sentidos básicos relacionados con "lo público":
■ Lo común y lo general como distinto a lo individual y particular.
■ Lo visible, lo manifiesto en contraposición a lo oculto y secreto.
■ Lo abierto o accesible en tensión con lo cerrado o vedado.
Si unimos los sentidos citados concluimos que los sentidos básicos de lo público refieren a lo común, lo general, lo visible, lo manifiesto, lo abierto y lo accesible. A su vez, la autora menciona que la identidad de quienes ocupan el espacio público se construye a partir de una "Igualdad ciudadana". Es decir, tanto la concepción como los ocupantes del espacio público se organizan en un territorio común, accesible e igualitario. La pregunta que nos vamos a hacer en este espacio es ¿qué transformaciones ha sufrido el espacio público a la luz de los nuevos avances en las tecnologías de la comunicación y la Información?
Nuestra vida cotidiana se organiza en torno a una tensión entre el espacio público y el privado. En la actualidad contamos con la posibilidad de acceder, sentados en una silla en nuestra casa, a diferentes lugares a través de Internet, del teléfono celular, de la radio, de la televisión, de los diarios de todo el mundo que leemos en Internet, por mencionar sólo algunas posibilidades. Podemos, desde esa misma silla, pedir una pizza, una película para ver con amigos o un poco de helado. Pareciera que no necesitamos movernos de nuestras cuatro paredes para interactuar con el "mundo exterior". Si pensamos esta serie de posibilidades, podemos concluir rápidamente "qué buenas que son las posibilidades que nos brinda la tecnología".
Si nos ponemos a analizar un poco más en profundidad las implicancias de estas "posibilidades" vamos a encontrar la necesidad de pensar en la comunicación, la Interacción, el uso de los espacios públicos, la reconfiguración de los espacios privados como únicos espacios en los que estamos cómodos y nos sentimos "nosotros mismos". Pensemos esto: conocemos a alguien a través de Internet; podemos tener múltiples conversaciones, más o menos profundas, con cámara de video, con audio, con chat; en definitiva, la tecnología nos brinda muchas posibilidades si accedemos a ella. Ahora bien, ¿es la misma relación la que se puede mantener a través de la computadora a la que se establece cara a cara?
Gubern (2000) sostiene que, al tener acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, el trabajo y el ocio se modifican de manera importante. Podemos trabajar desde casa estando en pijama, sin nadie que nos mire ni evalúe la cantidad de tiempo que trabajamos. El rendimiento se mide, ahora, por "trabajos entregados" y no por cantidad de horas en el escritorio.
Podemos ver una película sin necesidad de ir al cine. El mundo actual puede llegarnos a través de diferentes dispositivos que nos ponen en contacto, que median entre el afuera y el adentro confortable y seguro. La metáfora de "cueva aterciopelada" es una linda figura para pensar las comodidades de los nuevos tiempos: una cueva confortable, segura, lejos de la hostilidad del mundo exterior, que nos protege. No necesitamos ni queremos salir de ella.
■ Lo visible, lo manifiesto en contraposición a lo oculto y secreto.
■ Lo abierto o accesible en tensión con lo cerrado o vedado.
Si unimos los sentidos citados concluimos que los sentidos básicos de lo público refieren a lo común, lo general, lo visible, lo manifiesto, lo abierto y lo accesible. A su vez, la autora menciona que la identidad de quienes ocupan el espacio público se construye a partir de una "Igualdad ciudadana". Es decir, tanto la concepción como los ocupantes del espacio público se organizan en un territorio común, accesible e igualitario. La pregunta que nos vamos a hacer en este espacio es ¿qué transformaciones ha sufrido el espacio público a la luz de los nuevos avances en las tecnologías de la comunicación y la Información?
Nuestra vida cotidiana se organiza en torno a una tensión entre el espacio público y el privado. En la actualidad contamos con la posibilidad de acceder, sentados en una silla en nuestra casa, a diferentes lugares a través de Internet, del teléfono celular, de la radio, de la televisión, de los diarios de todo el mundo que leemos en Internet, por mencionar sólo algunas posibilidades. Podemos, desde esa misma silla, pedir una pizza, una película para ver con amigos o un poco de helado. Pareciera que no necesitamos movernos de nuestras cuatro paredes para interactuar con el "mundo exterior". Si pensamos esta serie de posibilidades, podemos concluir rápidamente "qué buenas que son las posibilidades que nos brinda la tecnología".
Si nos ponemos a analizar un poco más en profundidad las implicancias de estas "posibilidades" vamos a encontrar la necesidad de pensar en la comunicación, la Interacción, el uso de los espacios públicos, la reconfiguración de los espacios privados como únicos espacios en los que estamos cómodos y nos sentimos "nosotros mismos". Pensemos esto: conocemos a alguien a través de Internet; podemos tener múltiples conversaciones, más o menos profundas, con cámara de video, con audio, con chat; en definitiva, la tecnología nos brinda muchas posibilidades si accedemos a ella. Ahora bien, ¿es la misma relación la que se puede mantener a través de la computadora a la que se establece cara a cara?
Gubern (2000) sostiene que, al tener acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, el trabajo y el ocio se modifican de manera importante. Podemos trabajar desde casa estando en pijama, sin nadie que nos mire ni evalúe la cantidad de tiempo que trabajamos. El rendimiento se mide, ahora, por "trabajos entregados" y no por cantidad de horas en el escritorio.
Podemos ver una película sin necesidad de ir al cine. El mundo actual puede llegarnos a través de diferentes dispositivos que nos ponen en contacto, que median entre el afuera y el adentro confortable y seguro. La metáfora de "cueva aterciopelada" es una linda figura para pensar las comodidades de los nuevos tiempos: una cueva confortable, segura, lejos de la hostilidad del mundo exterior, que nos protege. No necesitamos ni queremos salir de ella.