2. TIPOS DE HUERTAS ORGÁNICAS

 

Existen varios tipos de huertas orgánicas, cada una adaptada a diferentes contextos y necesidades. Aquí te menciono algunos de los tipos más comunes de huertas orgánicas:

Huerta familiar o doméstica: Es la más común y se encuentra generalmente en el hogar, ya sea en el jardín, terraza o incluso en espacios interiores con luz natural. Está diseñada para el autoconsumo familiar y puede incluir una variedad de vegetales, hierbas y frutas según el espacio disponible.

Huerta comunitaria o municipal: Estas huertas son gestionadas y cultivadas por varias personas en un área compartida, como un parque comunitario, escuela o centro social. Promueven la colaboración y el intercambio de conocimientos agrícolas entre los miembros de la comunidad, y a menudo están orientadas hacia el consumo local y sostenible.

Huerta urbana: Se desarrolla en áreas urbanas, utilizando espacios reducidos como balcones, azoteas, patios traseros o jardines verticales. Estas huertas pueden emplear técnicas de cultivo vertical o en contenedores para maximizar el uso del espacio disponible y permitir que las personas en entornos urbanos participen en la producción de alimentos frescos y saludables.

Huerta escolar o didáctica: Ubicadas en escuelas y centros educativos, las huertas escolares son herramientas pedagógicas que enseñan a los estudiantes sobre la agricultura, la alimentación saludable y la importancia de la sostenibilidad. Son espacios educativos donde los niños y jóvenes pueden participar activamente en la siembra, el cuidado de las plantas y la cosecha de alimentos.

Huertos terapéuticos: Trabajar en un huerto puede ser una actividad relajante. Por este motivo, esta práctica puede complementar el tratamiento terapéutico de algunos pacientes o determinados colectivos, como pueden ser ancianos, personas con alguna discapacidad, reclusos, drogodependientes, etc.

 

También tenemos los siguientes tipos de huertas:

Huerta Vertical: Utiliza estructuras verticales para cultivar plantas en lugar de en el suelo. Esta técnica es ideal para espacios pequeños y urbanos, utilizando paredes, estructuras de madera o incluso sistemas hidropónicos para cultivar una variedad de hierbas, vegetales y flores.