Cuando acercamos el sorbete al agua, aunque el líquido es eléctricamente neutro, generamos una inducción electrostática y provocamos la orientación de sus cargas eléctricas...
Cuando acercamos el sorbete al agua, aunque el líquido es eléctricamente neutro, generamos una inducción electrostática y provocamos la orientación de sus cargas eléctricas internas. Como resultado, las zonas del chorrito más próximas al sorbete se quedan parcialmente cargadas y son atraídas por éste.