Estoy de acuerdo con Gardner en que las escuelas, en general, no promueven de manera suficiente el desarrollo de capacidades específicas de cada disciplina. Si bien es ...
Estoy de acuerdo con Gardner en que las escuelas, en general, no promueven de manera suficiente el desarrollo de capacidades específicas de cada disciplina. Si bien es cierto que habilidades como la lectura, la escritura y la expresión oral son fundamentales y transversales, confiar casi exclusivamente en ellas para evaluar el desempeño de los estudiantes puede limitar el verdadero potencial de aprendizaje en cada área del conocimiento.
Por ejemplo, en el caso de las ciencias naturales, el enfoque debería estar en fomentar la formulación de hipótesis, el análisis de resultados experimentales y la capacidad de interpretar y cuestionar datos de forma crítica. Sin embargo, muchas veces los trabajos se reducen a informes escritos donde la correcta redacción parece pesar más que el proceso científico en sí. Esta dinámica, como plantea Gardner, provoca que aquellos estudiantes con habilidades destacadas en comprensión lectora y redacción obtengan mejores resultados en cualquier materia, mientras que otros talentos, igualmente valiosos, como el pensamiento analítico o el manejo de datos, pasan inadvertidos.
Coincido con la necesidad de diversificar las experiencias de aprendizaje en el aula. Si los estudiantes tuvieran la oportunidad de trabajar en actividades que realmente reflejaran los enfoques de cada disciplina, como el análisis de imágenes documentales en historia o la interpretación de modelos matemáticos en física, se podrían fortalecer capacidades más específicas y relevantes para cada área. Al respecto, Bruner (1960) sugiere que una educación efectiva debe organizarse alrededor de los conceptos y procesos de cada disciplina, permitiendo a los estudiantes aprender desde la lógica interna de cada materia.
Para fortalecer la comprensión histórica, por ejemplo, no basta con leer y escribir sobre sucesos del pasado; se requiere enseñar a los estudiantes a analizar fuentes primarias, a reconocer distintos puntos de vista en los documentos históricos y a pensar en términos de causalidad y contexto. Así se estaría promoviendo lo que Gardner llama "pensamiento histórico," que es clave para un aprendizaje más profundo en esta disciplina.
En conclusión, comparto la idea de Gardner de que la educación necesita proporcionar más oportunidades para desarrollar un rango más amplio de capacidades. Incluir actividades específicas en cada área disciplinar no solo beneficiaría a aquellos estudiantes con fortalezas particulares, sino que también contribuiría a una comprensión más integral y significativa del conocimiento en general.