Foro de reflexión e intercambio

Posteriormente a la lectura del texto: “La posición institucional del asesor” de las especialistas Nicastro y Andreozzi, que me deja reflexionando porque me vi reflejada en varios aspectos, es pertinente establecer que la implicancia es parte de nuestro rol y responsabilidades que conlleva el mismo, tratamos con personas, quienes poseen una historia particular y que para poder asistir y construir juntos, sean estudiantes, familias, colegas y/o directivos es fundamental la empatía, la escucha activa, el compromiso, el cual en primer término lo tenemos con la institución y su misión, desde el día que aceptamos la función de ser asesor y que a medida que pasa el tiempo se va haciendo más fuerte, llámese sentido de pertenencia, producto de los vínculos de afecto que se gestan en la vida institucional o apego como bien aseveran las autoras y si bien es verdad que muchas veces los límites entre el espacio de trabajo y el de la vida personal parecen difusos porque particularmente la mayor parte del tiempo que no estoy en la escuela, sigo ideando en el aire qué podríamos hacer por esto y aquello; pero como siempre digo, esta labor si bien es compleja y un constante reto, me llena de gratas satisfacciones, aprendizajes y es un placer diario acompañar a todos los actores institucionales y llevar palabras de luz cuando las "mañanas" se tornan complicadas.

Saludos.

¡Buenas, buena!

En el texto de Nicastro y Andreozzi se observa que el rol del asesor implica un equilibrio constante entre el apego y desapego hacia su labor. El objeto principal de un asesor pedagógico es acompañar y fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, promoviendo una mirada crítica y reflexiva en los docentes para mejorar la práctica educativa. En mi experiencia como asesor en una escuela secundaria, he sentido esa ambivalencia: por un lado, existe el compromiso y la necesidad de involucrarse emocionalmente para comprender a los estudiantes y apoyar a los docentes en sus desafíos diarios. Sin embargo, este mismo apego puede transformarse en una adicción al trabajo, sobre todo cuando se intenta resolver cada problema personal y académico que enfrentan tanto estudiantes como docentes. En este sentido, el asesor pone en juego aspectos de su propia personalidad, como lo afirma Bernstein y Puget (1997).

Por otro lado, también he experimentado el riesgo y el reto que mencionan las autoras. A veces, intentar influir positivamente en el entorno educativo requiere asumir posturas o decisiones que no siempre son bien recibidas por todos los actores de la institución. Esto genera una necesidad de desapego, para no dejarse llevar por la presión externa y mantener una visión clara y objetiva. Así, el desafío principal radica en encontrar un balance que permita involucrarse sin perder la autonomía ni caer en la dependencia emocional hacia el trabajo.

Saludos y nos seguimos leyendo.

Luego de la lectura del texto, mi reflexion vinculada a mi experiencia como Asesora Pedagogica es la siguente:

Es muy importante que este claro el lugar formal que ocupamos y el poder ser agentes de apoyo interno, ya que me da la posibilidad de tener un verdadero sentido de pertenecia y conocimiento del contexto que vive mi escuela, cual es la problemantica que se presenta y que acciones y estrategias se emplearon con anterioridad y si estas tuvieron o no un impacto positivo; y a partir de esto implementamos nuevas acciones. en mi experiencia se ha podido lograr un buen trabajo en equipo con los directivos y docentes. 

En la actualidad es todo un desafio establecer los limites del tiempo dedicado al trabajo, debido a que uno esta contantemente comunicado y ante cualquier ciuestion a veces somos consultaados en cualquier momento. Pero tambien es una situacion que todos los docentes viven, consutas de pares, de padres etc. y que tenemos que tener la capacidad de ir manejando.

Debemos estar prepardos y seguros de nuestra practica y del conocimiento de nuestra escuela, abiertos a aceptar la mirada de los colegas que es muy enriquecedora y tomarlo como una oportunidad y no como una amenaza.

¡Hola nuevamente a todos! Espero que estén muy bien.

Confieso que fue un verdadero momento para reflexionar cada párrafo del texto “La posición institucional del asesor” de las especialistas Nicastro y Andreozzi. Puesto que, me sentí muy identificado por momentos. En primer lugar, porque mi situación de suplente, y el hecho de que haya ingresado concursando por proyecto en una convocatoria abierta sin ser docente del Colegio, en relación a lo que dicen las especialistas todavía por momentos pareciera que soy alguien externo, después de seis meses de trabajo. Metafóricamente también muchas veces se nos presenta como el héroe cuando debemos desde nuestro rol  construir puentes en las relaciones entre colegas, con el estudiante o con los directivos. Otras veces, somos el "teórico de escritorio" que ejemplifica el material, porque muchos parecieran desconocer que para llegar a este puesto primero tuvimos que estar frente al aula, y en mi caso no dejé de estar.

Por otra parte, me parece interesante el mensaje que transmiten respecto de que el asesor, también es un personaje al que le pasan cosas, es decir, uno no renuncia a su biografía escolar y su formación profesional al momento de sugerir estrategias o recomendar acciones, que no necesariamente coinciden con lo que el colega espera escuchar. 

En cuanto a lo del trabajo se vuelve droga, personalmente creo que las nuevas formas de trabajo instaladas con la pandemia, muchas veces invaden la esfera personal, el hecho de que cualquiera pueda enviarnos un mensaje en diversos horarios, rompe un poco los limites y torna difuso en qué momento podemos disfrutar de nuestra vida personal, si bien cada uno evalúa que hacer con esto, me parece que es una de las discusiones que moviliza nuestra tarea.

Saludos...

Buenas a todos: 

después de leer el texto de Nicastro y Androezzi, me es importante resaltar el fenómeno que suele aparece en el vinculo que los sujetos establecemos con nuestro trabajo.

El apego, nos lleva a pensar en esa relación emocional y psicológica que establecemos con nuestra labor y es de suma importancia esa relación equilibrada y satisfactoria, tratando de que no interfiera con la vida personal.

Buenas a todos: 

después de leer el texto de Nicastro y Androezzi, me es importante resaltar el fenómeno que suele aparece en el vinculo que los sujetos establecemos con nuestro trabajo.

El apego, nos lleva a pensar en esa relación emocional y psicológica que establecemos con nuestra labor y es de suma importancia esa relación equilibrada y satisfactoria, tratando de que no interfiera con la vida personal.

Buenos días

La lectura de “La posición institucional del asesor” de Nicastro y Andreozzi resuena profundamente con mi experiencia como asesor en una escuela secundaria. La frase sobre el "reto y el riesgo de trabajo" me recuerda las tensiones que enfrentamos al equilibrar nuestras responsabilidades con las expectativas de los docentes y alumnos. En ese contexto, la figura del asesor se convierte en un puente, pero también en una fuente de ansiedad, debido a la necesidad de satisfacer diversas demandas.

He experimentado momentos de apego y desapego hacia mi rol. En ocasiones, el compromiso con el bienestar de los estudiantes y el desarrollo profesional de los docentes me llevó a dedicar horas adicionales a proyectos que, aunque gratificantes, comenzaron a afectar mi equilibrio personal. Este apego se transformó en una especie de adicción al trabajo, donde sentía que mi valor estaba intrínsecamente ligado a mi disponibilidad y esfuerzo.

Reflexionando sobre esto, he comprendido que es crucial establecer límites saludables. La clave está en encontrar un balance que permita contribuir de manera efectiva sin sacrificar mi bienestar personal, reconociendo que el asesoramiento debe ser un acto sostenible y no un sacrificio constante.

Estimados Prof.:

A partir de la lectura, se pueden puntualizar algunos aspectos de sustrato indispensables para desnaturalizar y reflexionar sobre nuestra propia práctica:

-       -    implica ir promoviendo procesos de reflexión y transformación de la práctica educativa.

-         -  se debe construir vínculos de confianza y colaboración, respetando la autonomía de los docentes y comprendiendo las dinámicas institucionales.

-       -    se asume la responsabilidad de reconocer las fortalezas y los conflictos presentes en la institución, ayudando a los equipos a identificar áreas de mejora y potenciando el desarrollo profesional en un clima de respeto y diálogo.

 Es muy desafiante y elocuente el apreciar a partir de Nicastro y Andreozzi la importancia de evitar posiciones de control o dependencia, manteniendo un equilibrio entre acompañar los procesos institucionales y fomentar la autoevaluación.

Como corolario, en la cotidianeidad logro identificar los siguientes retos prioritarios que constantemente me llevan a promover mejoras:

• -          Suele apreciarse tendencia a trabajar de manera aislada, es decir, sin suficiente coordinación, por ende, se intenta propiciar encuentros y diálogos interdisciplinarios y colaborativos.
• -          Se puede denotar resistencia a la innovación pedagógica, por ejemplo, a incorporar TIC o nuevas metodologías activas, en consecuencia, es necesario intervenir para ayudar a que se vea la importancia de la interpelación y, de la revisión del accionar didáctico, acompañando en la experimentación y ajustes cotidiano al contexto.
• -          Aparecen dificultades para definir estrategias de inclusión y atención a la diversidad, por lo que, es fundamental orientar y ofrecer herramientas para abordar la diversidad de habilidades, estilos de aprendizaje y contexto de origen de los estudiantes.
• -           Surgen problemas con la evaluación formativa y retroalimentación, ya que, cuesta que se logre reflejar e informar al tutor y al estudiante “del proceso favoreciendo el desarrollo integral”, como correlato, es clave guiar hacia prácticas auténticas.

•          Brotan situaciones vinculadas a la motivación de los estudiantes, concretamente, resulta indefectible que se promueva la participación activa y el aprendizaje significativo, mostrando como adaptar las actividades a los intereses de los estudiantes y logrando como equipos ambientes de aprendizaje dinámicos.
  Saludos.

Considerando al texto “La posición institucional del asesor” (Nicastro y Andreozzi) y de acuerdo a mi experiencia en el rol de asesora pedagogica, considero que si bien existe una distribucion de roles dentro del ambito institucional, aun resulta complejo comprender las relacionadas al asesor pedagogico, ya que en la mayoria de las oportunidades es una funcion abarcadora de una multiplicidad de tareas que se desarrollan de manera simultanea, sintiendo que en algunas ocasiones el tiempo no alcanza para cubrir las demandas que se presentan, lo que conlleva a una "especie de adiccion al trabajo", con vistas a cumplir con todo lo encomendado. Por otra parte, siento la funcion de asesora, como un reto, que me motiva a amplia mis expectativas, y me mantiene en un estado de busqueda, de creatividad, etc y un desafio, que me lleva a formarme y aprender permanentemente en diversos aspectos, a fin de contribuir a la mejora educativa e institucional. Asimismo, el riesgo siempre esta latente en mi, ya sea al momento de tomar decisiones, de presentar propuestas que resulten ser apropiadas en relacion a lo pedagogico y didactico, entre otras.  Por ultimo, en relacion al apego y desapego, considero que es una situacion con la que convivo diariamente. 

saludos a todos!

Hola a todos! Revisando la lectura sobre la posición institucional del asesor, como plantean Nicastro y Andreozzi, sostiene sobre una actitud de involucramiento constante, de interacción entre el desafío y la vulnerabilidad del trabajo. En mi experiencia como asesor en la escuela Normal M. F. M. , he sentido cómo esta dinámica impacta no solo en mi desempeño, sino también en mi conexión emocional con el rol. Por ejemplo, me tocó participar en un caso en el que tuve que intervenir en un conflicto recurrente entre docentes sobre estrategias pedagógicas. Este escenario me exigió mantener un equilibrio entre mi compromiso con la institución y mi capacidad de desapegarme emocionalmente para ser objetivo y funcional.

El reto fue grande: abordar el problema sin caer en la adicción al trabajo, que puede surgir de la constante presión por resolver cada situación de inmediato. A partir de esto, aprendí a establecer límites saludables, sin perder el entusiasmo por contribuir a un ambiente escolar colaborativo.

Al leer las intervenciones de otros colegas, me interesa reflexionar cómo gestionan el "apego" y el "desapego" en situaciones similares. ¿Qué estrategias utilizan para equilibrar su implicación personal y profesional en contextos complejos? Este intercambio puede ayudarnos a identificar enfoques que fortalezcan nuestro rol como asesores educativos.

Saludos-