Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 7

Sitio: Campus Virtual
Curso: Secundaria a Distancia - Aula 5
Libro: Ñemboja digital Módulo 2 - Semana 7
Imprimido por: Invitado
Día: jueves, 19 de septiembre de 2024, 21:58

1. Disolución de Estados y conformación de nuevos. Los Estados en el Siglo XX.


Bienvenidos a la semana 7 en esta clase trabajeremos los siguientes temas: 

Disolución de Estados y conformación de nuevos. Los Estados en el Siglo XX. 
Esta Semana abordamos el estudio de la organización territorial del mundo.
Para hacerlo, comenzamos por definir algunos conceptos relacionados y por analizar el complejo sistema de interrelaciones económicas, sociales, políticas, culturales y naturales que cambian constantemente.
En la actualidad, las relaciones políticas y socioeconómicas a escala global planetaria se hacen cada vez más complejas. Por este motivo, el análisis espacial debe ir más allá de considerar los elementos del paisaje natural como el relieve, el clima o la hidrografía. Para estudiar geografía se deben contemplar también los procesos políticos, sociales y económicos que dan origen y transforman, de manera interrelacionada, el espacio cambiante en el cual se manifiestan.
De esta forma, el espacio geográfico, y particularmente para nosotros el espacio geográfico mundial, no es un espacio “dado”, sino que se crea y se transforma a través de las acciones humanas, muchas veces conflictivas.
Desde hace siglos se modifican los mapas que representan Estados, límites, imperios, asociaciones de países y naciones sin Estado. Pero estos cambios se aceleraron con el transcurrir del siglo XX y el inicio del XXI debido a que estos siglos han sido atravesados por conflictos de alcances cada vez mayores.
Con esta mirada, vamos a comprender y estudiar la Geografía Mundial entendiendo al espacio mundial como un espacio social, que se modifica constantemente.



2. Estado, nación y territorio nacional

Estos tres conceptos también son fundamentales para comprender la configuración del espacio mundial. Habitualmente se confunden los conceptos de Estado y de Nación, dos conceptos que, si bien están estrechamente vinculados, tienen acepciones distintas.

El Estado es la organización de la Nación. Esto, bajo el supuesto básico de que el Estado regula a un conjunto relativamente homogéneo de personas con identidad propia, con capacidad para gobernarse a sí mismos (con poder político propio) y con un territorio definido que en suma forman una nación. En otros términos, el Estado es el modo de organización tanto política como jurídica de una nación y, por lo tanto, ejerce soberanía legitimada por Derecho Internacional sobre un territorio delimitado, al que se denomina territorio nacional.

En el caso de los Estados nacionales, Estado y Nación coinciden territorialmente.

En estos casos, la realidad histórico-social de la nación coincide con los límites de la soberanía del Estado; pero no siempre ocurre ello entre ambos conceptos.

Esto no sucede, por ejemplo, en el caso de las naciones que fueron divididas por razones políticas, como Corea hasta hoy y Alemania desde 1961 hasta 1989. En otros casos, existen naciones sin un Estado correspondiente, como los kurdos que habitan en los territorios de Irak, Siria, Irán y Turquía, los papúes en Nueva Guinea Occidental o los palestinos, en conflicto permanente con el Estado de Israel por un territorio nacional propio.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII nacieron y crecieron los Estados nacionales. A finales del siglo XVIII y en los siglos XIX y XX, gran parte de estos Estados nacionales se consolidaron como unidades de cierta cohesión económica, política, social y territorial. Pero debemos mencionar que el Estado nacional es una construcción histórica, así como también lo son el Estado y la nación. Esto significa que estos conceptos también son el resultado de la interacción de fuerzas económicas, políticas, sociales e ideológico-culturales que se modifican con el tiempo.

Estos cambios también llevan a la modificación de los límites territoriales de los Estados a través de diferentes mecanismos, entre los cuales podemos mencionar los acuerdos, los tratados, los arbitrajes externos o las guerras. Muchas veces, como resultado de subdivisiones y unificaciones llegan, incluso, a crearse nuevos Estados o a desaparecer otros.

Entre los Estados que se han creado durante el siglo XX están la República Checa y Eslovaquia -como resultado de la subdivisión pacífica de Checoslovaquia-, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslovenia –luego de la disolución de la ex Yugoslavia-; Kazajstán, Ucrania, Uzbekistán y otros doce países por el derrumbe en diciembre de 1991 de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), el Estado de Israel, Belice y una gran cantidad de países africanos que se independizaron de las potencias europeas desde mediados de siglo, entre muchos otros casos.


El mapa mundial se ha modificado profundamente a lo largo del siglo XX marcado por los nacionalismos,

 el surgimiento de Estados muy fuertes (especialmente en el caso del bloque comunista), la creación de bloques 

económicos, las independencias y las  dependencias, las organizaciones supranacionales 

(como la Organización de la Naciones Unidas -ONU-, la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- o 

la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE-), las guerras y la transnacionalización de la economía y debilitamiento de los Estados nacionales.



3. Las guerras

El siglo XX fue testigo de significativos cambios geopolíticos que llevaron a la disolución de varios Estados y la conformación de nuevos. Estos procesos fueron impulsados por guerras mundiales, descolonización, movimientos nacionalistas y el colapso de sistemas políticos.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) resultó en la disolución de cuatro grandes imperios: el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Alemán y el Imperio Ruso.
Surgieron nuevos Estados en Europa y Medio Oriente, como Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia. En el Medio Oriente, se trazaron nuevas fronteras, dando lugar a países como Irak, Siria y Líbano bajo mandatos de la Liga de las Naciones.



La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) provocó cambios territoriales significativos, especialmente en Europa.

 Alemania fue dividida en dos Estados: la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA).



La posguerra marcó el inicio de un proceso acelerado de descolonización. Entre 1945 y 1975, muchas colonias en África y

 Asia lograron la independencia, dando lugar a la creación de numerosos Estados nuevos, como India, Pakistán, Indonesia, y casi todos los países africanos.


Durante la llamada “guerra fría” (1947-1991), el mundo se dividió en dos bloques liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética. La influencia soviética llevó a la creación de Estados satélites en Europa del Este.

La caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991 resultaron en la independencia de 15 repúblicas soviéticas, como Rusia, Ucrania, Bielorrusia, y los Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania).


Para el 1990, el mundo vio la desintegración de Yugoslavia y Checoslovaquia. Las tensiones étnicas y 

nacionales llevaron a la guerra y la eventual disolución de Yugoslavia en los años 1990. Surgieron varios Estados independientes: Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Serbia, Montenegro y Kosovo (que proclamó su independencia en 2008).

Más adelante y de manera pacífica, en 1993, Checoslovaquia se dividió en dos Estados: la República Checa y Eslovaquia, en lo que se conoció como el "Divorcio de Terciopelo".

Otros procesos de independencia fueron los protagonizados por Medio Oriente y África.

Tras la retirada de las potencias coloniales y el fin de protectorados, varios Estados modernos se formaron en la región, aunque

 muchos enfrentaron desafíos significativos en términos de estabilidad y cohesión.

La descolonización en África (África Subsahariana) condujo a la creación de numerosos Estados nuevos, con fronteras a menudo trazadas por las potencias coloniales, lo que provocó conflictos y tensiones internas.

 

 

 

 


4. "La función de la literatura en el cambio social”

La literatura no solo es un arte, sino también una herramienta poderosa para apoyar los cambios irreversibles. Esta afirmación se basa en la idea de que la literatura puede ser utilizada como un medio para expresar sentimientos, describir la realidad y promover el cambio social. Los autores utilizan el lenguaje para crear una imagen de la realidad y para transmitir sus pensamientos y sentimientos. Esto puede ser especialmente relevante en momentos de cambio social, cuando la gente necesita una forma de expresar sus sentimientos y pensamientos sobre los cambios que están ocurriendo.
La literatura puede ser utilizada de varias maneras para promover el cambio social. Por ejemplo, puede ser utilizada como una herramienta para denunciar las injusticias, criticar al gobierno y abogar por reformas. Esto puede ser especialmente efectivo en momentos de cambio social, cuando la sociedad necesita una forma de expresar sus sentimientos y pensamientos sobre los cambios que están ocurriendo.
Además, la literatura puede ser utilizada para manifestar la diversidad cultural y describir la realidad cultural. Esto puede ser especialmente relevante en momentos de cambio social, cuando la comunidad necesita una forma de expresar sus sentimientos y pensamientos sobre los cambios que están ocurriendo.
En el siglo XX, la literatura experimentó un gran cambio debido a la influencia de las tecnologías, la ruptura de límites entre géneros y el intercambio entre diferentes lenguas y culturas. Esto llevó a la creación de nuevas formas y contenidos literarios. La literatura del siglo XX se caracteriza por el deseo de experimentación y la aparición de distintas vanguardias que buscan crear nuevas formas y nuevos contenidos. Rompe con los elementos tradicionales de la literatura: crea narraciones con saltos cronológicos, emplea nuevos escenarios en teatro, rompe la métrica y la rima en poesía, etc.
El siglo XX también vio el auge de la industria editorial, con grandes sellos, la publicación a gran escala y el creciente papel de las escuelas, las críticas literarias y los círculos académicos, como filtros para el lector. Se extienden diversos premios literarios, entre los que destaca el Premio Nobel de Literatura por su prestigio internacional. La cantidad de lectores potenciales creció gracias a la ampliación de la educación básica y las campañas de alfabetización, resultando en un aumento sin precedentes de la disponibilidad de libros y otros formatos que también incluyen literatura, tales como revistas y periódicos.
Durante este período, se desarrolló notablemente la teoría de la literatura, empezando por el formalismo ruso. Su influencia es perceptible en las creaciones contemporáneas, ya que actúan a modo de antigua preceptiva poética o de sanción de lo que debe cultivarse. Las manifestaciones de los movimientos actúan en el mismo sentido.
El realismo mágico fue una corriente que surgió en América Latina a mediados del siglo XX. Su fama se encuentra ligada a la generación del Boom con autores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y Carlos Fuentes. Esta corriente combina técnicas modernas de la literatura europea con elementos propios y tradicionales del continente. Las cosas extrañas se presentan como parte del mundo cotidiano y no se entrega ninguna explicación al respecto.
Ejemplo: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez es un ejemplo destacado de esta corriente. La novela combina elementos mágicos y realistas para crear una imagen de la realidad que es a la vez familiar y extraña.
Para concluir, podemos decir entonces que  la literatura es una herramienta poderosa para apoyar los cambios irreversibles y promover el cambio social. A lo largo del siglo XX, la literatura experimentó un gran cambio debido a la influencia de las tecnologías, la ruptura de límites entre géneros y el intercambio entre diferentes lenguas y culturas. Esto llevó a la creación de nuevas formas y contenidos literarios, y la literatura sigue siendo una herramienta importante para expresar sentimientos, describir la realidad y promover el cambio social.

 


5. "Los géneros literarios y los No literarios”

Imaginemos que tuviéramos que acomodar en una enorme biblioteca todos los libros que se han escrito hasta el momento: para ordenarlos, podríamos seguir distintos criterios de clasificación. Podríamos acomodarlos, por ejemplo, por orden alfabético de los autores o de los nombres de los libros. También podríamos ordenarlos por la cantidad de páginas que tengan, o por la editorial, o por el formato. Podríamos agruparlos por el país en el que nacieron sus autores, o por el año en el que hayan sido escritos o publicados.

Podríamos ordenarlos por el color de sus portadas, o por algún otro criterio que se nos ocurra. Pero un texto no es necesariamente algo que está escrito. Las conversaciones familiares, por ejemplo, también son textos. ¿Por qué? Porque son un conjunto de palabras que están entrelazadas entre sí respetando ciertas reglas y criterios. Y eso es un texto. Esté escrito o no. Entonces, si quisiéramos establecer un criterio que nos permita acomodar todos los textos (tengan la forma de libro o no) en una “biblioteca” podríamos clasificarlos de acuerdo al género discursivo al que pertenezca. Si tuviéramos todos los textos existentes para acomodar, podría hacerse una primera gran división entre los que pertenecen al ámbito de la Literatura y los que no. Claro que, para eso, es necesario definir qué se entiende por Literatura.

Entre las muchas definiciones existentes, adoptaremos la del Diccionario de la Real Academia Española que sostiene que la Literatura es el “arte que emplea como medio de expresión una lengua”. Por lo tanto, serán considerados como literarios aquellos enunciados que puedan ser considerados artísticos. Claro que esto genera otra problemática: ¿Cuáles son los enunciados que pueden ser considerados artísticos y cuáles no? ¿Cómo se define esto? La respuesta no es fácil, pero puede determinarse que serán literarios aquellos enunciados que sean considerados como tales por los receptores. No es el autor de un enunciado el que tiene el poder de determinar si hace o no arte con sus palabras; es el efecto que genera su obra la que la hace pertenecer o no al mundo de la Literatura.



6. Bibliografía

Bibliografía:
· Calero, Silvia y otros (2007), Lengua y Literatura para pensar 2/1, Buenos Aires: Kapelusz.
· Calero, Silvia y otros (2007), Lengua y Literatura para pensar 3/2, Buenos Aires: Kapelusz.
· Cassany, Daniel (1995), La cocina de la escritura, Barcelona: Anagrama.
· Chozas, M. Silvia (2002), Gramática para jóvenes, Buenos Aires: Kapelusz.
· Todorov, Tzvetan (2005), Introducción a la literatura fantástica, Buenos Aires: Paidós.
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004338.pdf

Infografías – Fuente: https://es.wix.com/blog/como-crear-la-infografia-perfecta-en-una-hora

Elementos químicos en la vida cotidiana – Fuente:

 


CORTÁZAR Julio - Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj LINK

DOSTOYEVSKI - El jugador LINK

 Infografías LINK

ELEMENTOS QUIMICOS EN LA VIDA COTIDIANA LINK

LITERATURA 012- El boom latinoamericano LINK


7. Video de Clase


8. Actividad

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