3. LAS GUERRAS
El siglo XX fue testigo de significativos cambios geopolíticos que llevaron a la disolución de varios Estados y la conformación de nuevos. Estos procesos fueron impulsados por guerras mundiales, descolonización, movimientos nacionalistas y el colapso de sistemas políticos.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) resultó en la disolución de cuatro grandes imperios: el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Alemán y el Imperio Ruso.
Surgieron nuevos Estados en Europa y Medio Oriente, como Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia. En el Medio Oriente, se trazaron nuevas fronteras, dando lugar a países como Irak, Siria y Líbano bajo mandatos de la Liga de las Naciones.
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) provocó cambios territoriales significativos, especialmente en Europa.
Alemania fue dividida en dos Estados: la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA).
La posguerra marcó el inicio de un proceso acelerado de descolonización. Entre 1945 y 1975, muchas colonias en África y
Asia lograron la independencia, dando lugar a la creación de numerosos Estados nuevos, como India, Pakistán, Indonesia, y casi todos los países africanos.
Durante la llamada “guerra fría” (1947-1991), el mundo se dividió en dos bloques liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética. La influencia soviética llevó a la creación de Estados satélites en Europa del Este.
La caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991 resultaron en la independencia de 15 repúblicas soviéticas, como Rusia, Ucrania, Bielorrusia, y los Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania).
Para el 1990, el mundo vio la desintegración de Yugoslavia y Checoslovaquia. Las tensiones étnicas y
nacionales llevaron a la guerra y la eventual disolución de Yugoslavia en los años 1990. Surgieron varios Estados independientes: Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Serbia, Montenegro y Kosovo (que proclamó su independencia en 2008).
Más adelante y de manera pacífica, en 1993, Checoslovaquia se dividió en dos Estados: la República Checa y Eslovaquia, en lo que se conoció como el "Divorcio de Terciopelo".
Otros procesos de independencia fueron los protagonizados por Medio Oriente y África.
Tras la retirada de las potencias coloniales y el fin de protectorados, varios Estados modernos se formaron en la región, aunque
muchos enfrentaron desafíos significativos en términos de estabilidad y cohesión.
La descolonización en África (África Subsahariana) condujo a la creación de numerosos Estados nuevos, con fronteras a menudo trazadas por las potencias coloniales, lo que provocó conflictos y tensiones internas.