1. CONCEPTO DE FILOSOFÍA
1.5. La Filosofía en el territorio de la ciencia de la ideología y del sentido común. La relación de la filosofía con el conjunto de los saberes.
La filosofía es una actividad cuestionadora. Pero seguramente cualquiera puede decirnos que esto no es privativo y exclusivo de los filósofos: un médico, un sociólogo, un físico, todo científico también formula preguntas y se preocupa por responderlas de la manera más exacta posible. Entonces, ¿cuál es la diferencia que marca la especificidad filosófica? En primer lugar, podemos decir que el tipo de pregunta que se aborda en la filosofía no suele ocupar a las ciencias particulares, no son preguntas que las ciencias se formulen, porque el filósofo encuadra su pregunta en una universalidad que no es propia del científico, que tiene un ámbito acotado de búsqueda: la medicina, la sociedad, la física, etc. Con esto queremos decir que las preguntas filosóficas son más generales que las que interesan a cada ciencia particular.
Veamos un ejemplo: un filósofo se pregunta cuál es el valor de la vida humana; un científico va a dar por supuesta una cierta respuesta a esta pregunta y se va a concentrar en cambio en investigar cómo salvar la vida curando tal o cual enfermedad, pero sin cuestionarse en última instancia qué significa "vida". El médico de nuestro ejemplo -o en general cualquier científico relacionado con la vida, cualquiera sea su especialidad- da por sentado que la vida vale y que hay que preservarla, y se compromete con eso en su actividad. El filósofo va un paso más y no da por supuesto ese valor de la vida, sino que reflexiona sobre esto mismo: qué es, por qué es o no es valiosa. Cuando un médico decide interrumpir un embarazo, o lo hace continuar aun con riesgo de vida para la madre que porta el bebé, está tomando sus decisiones sobre la base de una decisión previa, filosófica, acerca de cómo concebimos la vida humana. Pero esa decisión previa no forma parte de los estudios e investigaciones del médico. Es la filosofía la que reflexiona sobre la naturaleza última de esa vida humana, de concebir su definición y argumentar a favor de unos valores o de otros, tratando de proveer argumentos consistentes -es decir, sin contradicciones- sobre lo que es el ser humano y cómo evaluar su vida. Por otro lado, el filósofo no se ocupa de cómo debe salvarse la vida de un sujeto determinado en ciertas circunstancias particulares; es tarea de la ciencia -de la medicina, en este caso- ver los medios concretos para esta preservación.
En los ejemplos recién esbozados asoman otras diferencias entre la filosofía y la ciencia. Cada ciencia, que es particular y que tiene un objeto de estudio (o un conjunto de objetos de estudio) diferente de las demás, cuenta con métodos particulares y teorías particulares que se refieren a las cuestiones particulares y concretas que esa ciencia estudia. La filosofía, en cambio, cuestiona las diversas teorías y los diversos métodos (incluso la ciencia como actividad es objeto de la filosofía), pregunta, exige argumentaciones... y vuelve a cuestionar. La filosofía no se conforma con las teorías o métodos ya probados y busca sus propias razones.
Tomemos este caso policial, tal como informaron los diarios en noviembre de 2012:
Sonia Melina, una mujer de 33 años fue privada de su libertad, sometida a vejaciones y despojada de sus bienes por Jesús Olivera, de 28 años, líder de un grupo religioso, y su mujer, Estefanía Heit, conocida periodista local, de 29 años. La víctima logró escapar de la vivienda de la pareja, en Coronel Suárez, al cabo de 3 meses de cautiverio. Estaba lastimada y desnutrida: pesaba casi 20 kilos menos de su peso habitual. Ninguno de los vecinos de Coronel Suárez sospechó siquiera lo que ocurría en esa casa.
Frente a estos hechos, toda la comunidad se ve conmovida. Pero ¿qué es lo que observarían, en este caso, científicos y filósofos?
Un filósofo se preguntaría:
¿Pueden los atores de una comunidad religiosa anteponerse a los principios éticos que establecen la dignidad de la persona? ¿por qué?
¿Sobre qué principios actúa una persona para captar la voluntad y eliminar la humanidad de otra?
¿Cuál es la noción de “dios” que propone una religión que se somete a una persona en pos del progreso de esa comunidad religiosa?
Un psicólogo podría observar muchas cosas:
· La conducta inicial de la víctima, que llego por sus propios medios hasta sus captores;
· La situación de vulnerabilidad emocional a la que fue reducida mediante torturas
· Las perspectivas de la salud mental para el futuro de la víctima.
En este sentido, nuestros juicios sobre el accionar de estas personas, nuestras afirmaciones respecto de si obraron bien o mal, si son virtuosos o no, pertenecen al ámbito de la filosofía, que ha reflexionado sobre la ética (los principios de la acción) y la moral (los valores que guían las conductas de los seres humanos en una comunidad determinada). Los psicólogos se ocuparán de la historia personal del individuo que ha actuado de este o aquel modo, de las motivaciones personales y subjetivas para su acción, de las leyes que evalúan o prevén determinados estados emocionales. La perspectiva filosófica aspira a una generalidad y universalidad, mientras que las ciencias se asumen como saberes capaces de evaluar, analizar y explicar diversas perspectivas particulares.
Esta relación jerárquica entre ciencia y filosofía tiene una larga historia: fue establecida en la Antigüedad por Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.), quien explica en su tratado "Metafísica":
La filosofía y la ciencia se diferencian por sus objetos de estudio, sus métodos, sus perspectivas y, finalmente, por sus propósitos. Mientras que las ciencias tienen siempre un objeto de estudio determinado y acotado, la filosofía no tiene un solo ámbito de estudio, sino que sus cuestiones son universales, relativas al hombre y al universo. Se propone como objetos de su estudio el sentido de la vida, la necesidad de la acción, el rumbo que debe llevar dicha acción, la relación del hombre con sus pares, el lugar que ocupa el cuerpo en la totalidad del ser humano. La ciencia es siempre de un objeto (o conjunto de objetos) particular, ya sean las ciencias formales (que se ocupan de objetos abstractos: lógicos o matemáticos) o las ciencias fácticas (que se ocupan de los hechos). Y avanza en busca de conocimiento objetivo, con métodos adecuados a su propio campo de estudio y de acción.
La filosofía y la ciencia difieren también por los métodos que emplea cada una. Para que un cierto tipo de saber sea considerado "científico" debe cumplir con las exigencias del método científico: debe ser objetivo, confiable, verificable y capaz de ser compartido. El método científico procede reuniendo pruebas empíricas, calculando y midiendo a través de la observación y la experimentación y formulando, a partir de lo anterior, hipótesis y teorías más generales, cuya eficacia pueda ser comprobada experimentalmente. Se espera, además, que estas teorías racionales sean consistentes, sistemáticas y, en la medida de lo posible, completas.
El estudio de la filosofía también exige método, pero los métodos que emplea la filosofía no están de hecho restringidos al método científico. La filosofía no basa sus conclusiones en la investigación empírica, ni funda la confiabilidad de sus hipótesis en estadísticas o mediciones cuantitativas. El método filosófico se fundamenta en última instancia en la lógica de su argumentación, que debe ser coherente, consistente, libre de contradicciones.
Con frecuencia se confunde también a la filosofía con la ideología. De hecho, si pensamos que "filosofía" es un sistema de ideas o una organización de pensamientos que dan cuenta del mundo, es fácil confundirla con la ideología, definida como "el conjunto de creencias, opiniones, representaciones y valores que orientan a un determinado grupo social", según la Enciclopedia Treccani. Claro que "ideología" tiene más de una connotación.
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