La argumentación puede variar en función del objeto o la intención de
esta, de sus elementos, su estructura y su lenguaje. Existen diferentes tipos
de argumentación que se ajustan a los diferentes escenarios. Argumentación científica o
demostrativa Es el tipo de argumentación utilizada para defender y demostrar nuevas
teorías o descubrimientos dentro de la comunidad científica. La argumentación científica o demostrativa se basa en el pensamiento
racional para elaborar argumentos irrefutables, que son tan sólidos como
complejos. Emplea argumentos deductivos para alcanzar conclusiones verdaderas a
través de premisas que también lo son. Argumentación probable o
persuasiva Es la argumentación empleada para manifestar ideas u opiniones, como
contraposición a la demostración científica. Esta modalidad es aplicable a temas o discusiones menos formales, el
objeto de la argumentación, en este caso, no necesita de la lógica o el
pensamiento racional. Los argumentos empleados no se valen del conocimiento,
sino de criterios probables o comúnmente admitidos.