Así, el período que se abrió entre 1880 y 1916
se denomina orden conservador, debido a estas prácticas electorales que
buscaban garantizar que el poder estuviera en manos de un grupo reducido.
También es definido como orden oligárquico dado que la organización social,
política y económica quedaba bajo el control de aquel grupo, cuyo prestigio
social y prosperidad económica levantaba barreras para el ingreso de otros
grupos a ese círculo. A pesar de ser restrictivo en el campo
político, este período se caracterizó por la aprobación de leyes laicas que
otorgaron un gran poder al Estado en funciones que anteriormente habían sido
ejercidas por la Iglesia: la educación y el registro en las parroquias de los nacimientos,
los casamientos y las defunciones. Algunas de las leyes laicas más importantes
fueron:
Ley
1420 de Educación Común: establecía la enseñanza primaria como gratuita,
obligatoria y laica, porque la enseñanza de la religión no estaba incluida en
los planes de estudios. La exclusión del catecismo de las aulas provocó
intensos debates entre los católicos y los liberales.