4. Los inmigrantes

A mediados del siglo XIX comenzó el proceso de la llegada masiva de inmigrantes, que se acentuó a partir de 1880. El Estado tuvo un rol activo en la promoción de campañas en Europa para atraer extranjeros y se produjo una gran transformación en las áreas rurales y urbanas de la región de pampeana y del litoral. Los extranjeros se distribuyeron por todo el país, pero se concentraron en aquellas regiones de mayor desarrollo económico. Allí se concentró el 80% de los inmigrantes. 
Entre 1870 y 1914 la población aumentó de 1.800.000 habitantes a 8.000.000.
 La mayoría de las personas inmigrantes eran de origen italiano y español, pero también llegaron alemanes, franceses, irlandeses, rusos, polacos y sirios, entre otros.
Los atractivos para «hacer la América» para los inmigrantes eran la posibilidad de trabajar en las cosechas, en la construcción de ferrocarriles y en obras públicas. Para las personas inmigrantes no fue fácil acceder a la propiedad de la tierra, ya que esta se concentró en pocas manos. Las grandes extensiones de tierra (latifundios) pertenecían a las familias criollas. 
Algunos inmigrantes en Santa Fe y Entre Ríos fundaron colonias agrícolas hacia mediados del siglo XIX. Hubo argentinos e inmigrantes que pudieron comprar chacras (unidades pequeñas y medianas de producción cerealera). 
El chacarero podía ser un propietario mediano o pequeño, pero más comúnmente era arrendatario (inquilino) de las tierras. Con las mejoras técnicas en la producción agropecuaria y la introducción del ferrocarril, el precio de la tierra subió y su adquisición fue más dificultosa para los inmigrantes. 
Muchos de ellos se empleaban como mano de obra en las cosechas o bien alquilaban parcelas que los propietarios destinaban a la agricultura, mientras que los terratenientes o los grandes propietarios se reservaban otras tierras, preferentemente para el desarrollo de la ganadería de exportación. 
El paisaje rural se modificó con: 
• La extensión del ferrocarril. 
• La creación de pueblos y colonias dedicados a la producción agropecuaria. 
El paisaje urbano se transformó con: 
• La construcción de edificios públicos y escuelas. 
• El diseño de parques y jardines. 
 • Los diferentes tipos de viviendas: palacios que desplazaban a las viejas casas coloniales, que eran demolidas o transformadas en viviendas económicas y colectivas, llamadas conventillos. Estos albergaban a las familias de inmigrantes en condiciones de hacinamiento e insalubridad.