La comprensión actual de la necesidad de la
tierra se da en un sentido más amplio que
simplemente ser dueño de terrenos. Esto último es particularmente válido
para la producción agropecuaria, pero en el caso de los modelos industriales o
posindustriales de producción se refiere más bien a los recursos que se hallan
en la corteza terrestre, y que pueden ser de origen mineral, orgánico,
biológico, etc. Es decir, desde el petróleo, los distintos minerales, la madera
de los bosques o los frutos cultivados en un sembradío se consideran parte del
factor tierra, y suelen ser considerados el factor básico elemental, el insumo
material primario, a partir del cual se da el proceso de cambios que es la
producción. Esto, claro, dependerá de la
actividad económica a la que nos refiramos. Por ejemplo, una empresa de
software no requerirá ningún tipo de tierra, más allá del espacio físico en el
que asiente sus oficinas. En cambio, una empresa de bienes raíces considerará
la tierra como su insumo único y primordial. En nuestro ejemplo asimilamos el
concepto de tierra a las Materias primas e insumos y a la energía.