Cuando un determinado grupo de personas
presenta un conjunto de conductas y creencias distintivas, que lo diferencia de
la cultura dominante, nos encontramos ante una “subcultura”. En las
subculturas, el elemento simbólico -ciertos rituales, la vestimenta, el estatus
de clase, los intereses musicales- resulta fundamental. Así, estos grupos
suelen expresarse a través de un estilo propio que les confiere cierta
autonomía, pero que no los desliga totalmente de la cultura de la que forman
parte. Constituyen subculturas, por ejemplo, ciertas pandillas juveniles,
inmigrantes, grupos étnicos, religiosos o campesinos.