5. Discriminación

La desigualdad, y, sobre todo, la interpretación que la sociedad hace de esa desigualdad producen situaciones de discriminación porque desconocen los principios básicos de la dignidad humana. Las prácticas discriminatorias de una sociedad se manifiestan en múltiples acciones, por ejemplo, hostigar, maltratar y excluir a personas o grupos por atribuirles características diferentes a las consideradas “normales”. Ese criterio de “normalidad” es una construcción de la sociedad que no tiene fundamentos racionales.
Discriminar es seleccionar, elegir excluyendo. Aplicado el concepto de la discriminación como forma de violación de los derechos humanos, significa seleccionar a algunas personas o identidades culturales como no merecedoras de ciertos derechos humanos fundamentando esa elección por razones de género, rasgos físicos, origen nacional o étnico, situación socioeconómica, tradiciones culturales, creencias religiosas o estilos de vida.