Como vimos existes diferentes tipos de lenguaje y éstos están
vinculados a cuál es el objeto y el contexto de la comunicación. Así, cuando lo
que queremos transmitir y comunicar es arte, vamos vincularnos con los
diferentes tipos de lenguajes artísticos. Estos son la materia prima de las
distintas formas de arte que existen, es decir, las diferentes maneras en que
el arte se manifiesta y construye sus obras. También se conocen como
disciplinas artísticas, ya que cada uno supone un conjunto de técnicas,
sentidos y elementos necesarios para la comunicación a través del arte. A diferencia de otras formas de comunicación humana, el arte no
cuenta con una utilidad y un propósito determinados de antemano, sino que se
trata de una exploración estética, que invita al receptor a reflexionar sobre
la belleza, la existencia y otros asuntos de carácter trascendente. Por eso,
los lenguajes artísticos son principalmente subjetivos, esto es, su mensaje
puede ser interpretado de maneras diferentes dependiendo de cada quien. Este carácter subjetivo no impide que el arte maneje sus propios
códigos y que pueda ser objeto de estudio e interpretación formal. De hecho,
los lenguajes artísticos forman parte del patrimonio cultural de nuestra
especie, ya que han existido desde los orígenes de la humanidad, y han
sobrevivido adaptándose al cambio de las sociedades. Cada forma de arte, por lo tanto, maneja su lenguaje específico: sus
propias técnicas, códigos y elementos, que la distinguen del resto y que
permiten reconocer y comprender el mensaje de la obra de arte. Los lenguajes artísticos no deben confundirse con las lenguas
artísticas o idiomas artificiales, que son aquellos creados en el marco de una
obra de ficción, como es el caso del élfico en la obra de J. R. R. Tolkien o el
klingon en la saga televisiva de Star Trek.