Una buena estrategia de diferenciación
durante el proceso de venta puede ayudar a que los consumidores prefieran una marca
o se convenzan de los beneficios que conlleva una toma de decisión de compra.
Aun así, esto puede ser contraproducente y dañar la imagen de una compañía si
el producto o servicio adquirido no cumple con lo que se prometió. Por ello, hay algunas empresas que no
solamente invierten en crear buenas estrategias de venta, sino que paralela o exclusivamente se
esfuerzan en crear productos que se diferencien del resto por su calidad o
particularidad. Esto implica que las estrategias de
diferenciación dejan ver las características únicas del producto en el momento
de uso. Algunas de las estrategias
de diferenciación por uso son: ·
Diferenciación
por innovación: ofrecer un producto realmente
novedoso puede ser una gran estrategia para diferenciarse del resto. Esto se
puede llevar a cabo al crear productos realmente innovadores que creen una
nueva necesidad de mercado o bien mediante el perfeccionamiento de soluciones
ya existentes. Añadir nuevas características a un producto también es una buena
forma de diferenciar una marca respecto a otras. En los últimos años estas
estrategias se han vuelto especialmente deseables debido a los avances
tecnológicos y a los rápidos cambios sociales. ·
Diferenciación
por calidad:la calidad de un producto es
determinante a la hora de utilizarlo en aquello para lo que fue creado. Si bien existen ofertas
económicas que se vuelven competitivas por su precio, muchos de los
consumidores están dispuestos a pagar un monto más alto si el producto les
durará algunos años o, incluso, décadas. La buena calidad es un gran
diferenciador, pues posiciona una marca en un estatus diferente del resto y se
puede volver un referente sobre cómo deben hacerse las cosas en un público más
amplio e, incluso, a lo largo del tiempo y en distintas generaciones. ·
Diferenciación
por comodidad: día a día las empresas
buscan hacer más cómoda la vida de los consumidores. La automatización o la
simplificación de soluciones son buenos testimonios de este fenómeno. Por ello,
algunas empresas han aprovechado estas estrategias para diferenciarse de la
competencia. Esto se puede potenciar gracias a la originalidad de un diseño, la
versatilidad de un producto o, incluso, la eficiencia de un sistema de
embalaje. 1.
Promueven la lealtad entre los consumidores y la
reincidencia de compra en el futuro. 2.
Auxilian en la consolidación de la compañía a largo plazo
y generan una permanencia de la marca en el público a lo largo del
tiempo. 3.
Sitúan a las compañías como líderes del marcado y, por
tanto, las hacen más rentables y elevan su valor. Stanley es una empresa que desde el año
1913 ha ofrecido productos de gran calidad para un único nicho de mercado: la
producción de envases para líquidos. Si bien esto puede parecer un mercado
pequeño, en realidad es un área de negocios que pocas empresas han sabido
explotar, por lo que los líderes del mercado han mantenido su autoridad en
él. Stanley
es especialmente famosa por sus termos de acero inoxidable que han conservado
el mismo diseño desde principios del siglo pasado. Su éxito hasta el día de hoy
se debe a que estos recipientes se elaboran con los más altos estándares de
calidad, con los mejores materiales y prometen una larga duración (incluso la
empresa asegura que algunos de sus productos son resistentes a disparos de
armas de fuego). La marca conserva una gran parte de sus
clientes debido a que estos reconocen que Stanley se diferencia del resto por
la calidad de los productos que vende. Al mismo tiempo, la compañía ha
emparentado la tradición con la innovación, pues actualmente
genera soluciones tecnológicas aptas para el presente que la sitúa como líder
de mercado.
Tres ventajas de las
estrategias de diferenciación por uso
Ejemplo de estrategia de
diferenciación por uso: Stanley
Stanley es una empresa que desde el año
1913 ha ofrecido productos de gran calidad para un único nicho de mercado: la
producción de envases para líquidos. Si bien esto puede parecer un mercado
pequeño, en realidad es un área de negocios que pocas empresas han sabido
explotar, por lo que los líderes del mercado han mantenido su autoridad en
él. Stanley
es especialmente famosa por sus termos de acero inoxidable que han conservado
el mismo diseño desde principios del siglo pasado. Su éxito hasta el día de hoy
se debe a que estos recipientes se elaboran con los más altos estándares de
calidad, con los mejores materiales y prometen una larga duración (incluso la
empresa asegura que algunos de sus productos son resistentes a disparos de
armas de fuego). La marca conserva una gran parte de sus
clientes debido a que estos reconocen que Stanley se diferencia del resto por
la calidad de los productos que vende. Al mismo tiempo, la compañía ha
emparentado la tradición con la innovación, pues actualmente
genera soluciones tecnológicas aptas para el presente que la sitúa como líder
de mercado.