tiempo con otras personas. Seguimos estando solos frente a la pantalla, pero nos parece, tenemos la sensación de que en ese momento estamos con otros. El uso de las redes sociales debe ser reflexivo, cuidado y no puede, en nuestra vida cotidiana, reemplazar el contacto cara a cara, que nos permite hablar, expresarnos con todo el cuerpo y gesticular frente a otro. Somos quienes somos por nuestras relaciones y nuestra manera de vivir en el mundo que habitamos. Las redes sociales pueden complementar, ayudar, acompañar las relaciones, pero no debieran, a nuestro criterio, ocupar el espacio y el tiempo de la experiencia compartida en la calle, de la mano o caminando al lado de otras personas.