2. Problemáticas de Contaminación.
2.2. Contaminación del agua.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el agua
contaminada como aquella que sufre cambios en su composición hasta quedar
inservible. Es decir, es agua tóxica que no se puede ni beber ni destinar
a actividades esenciales como la agricultura, además de una fuente de
insalubridad que provoca más de 500.000 muertes anuales a nivel global por
diarrea y transmite enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre
tifoidea y la poliomielitis.
Existen diversas causas de contaminación del agua y para distinguirlas en dos grupos podemos mencionar la contaminación natural y la contaminación artificial.
La contaminación artificial es la que aparece cuando las personas interactuamos con el medio ambiente. En general la asociamos a vertederos de aguas residuales y de las industrias, así como el uso de pesticidas y fertilizantes tóxicos.
Los principales contaminantes del agua incluyen bacterias, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos, plásticos, desechos fecales y hasta sustancias radiactivas. Estos elementos no siempre tiñen el agua, haciendo que la contaminación hídrica resulte invisible en muchas ocasiones. Por esta razón, se suele recurrir al análisis químico de pequeñas muestras y organismos acuáticos para conocer el estado de la calidad del agua.
En Argentina, el agua se utiliza mayormente para: la agricultura (71%), el consumo residencial (13%), la ganadería (9%), y la industria (7%).
El 85% del agua que consumimos proviene de las aguas superficiales utilizadas de la cuenca del Río de la Plata, que se extiende desde Bolivia hasta el Océano Atlántico, cubriendo partes de Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay y todo Paraguay.
El deterioro de la calidad del agua tiene efectos negativos para el medio ambiente, la salud y la economía global.
Detallamos algunas de las consecuencias:
● Destrucción de la biodiversidad. La contaminación hídrica empobrece los ecosistemas acuáticos y facilita la proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas en los lagos —eutrofización—.
● Contaminación de la cadena alimentaria. La pesca en aguas contaminadas, así como la utilización de aguas residuales en la ganadería y la agricultura, pueden transmitir toxinas a los alimentos que perjudiquen nuestra salud a través de su ingesta.
● Escasez de agua potable. La ONU admite que aún existen miles de millones de personas en el mundo sin acceso a agua potable y saneamiento, sobre todo en zonas rurales.
● Enfermedades. La OMS calcula que unos 2.000 millones de personas beben agua potable contaminada por excrementos, exponiéndose a contraer enfermedades como el cólera, la hepatitis A y la disentería.
● Mortalidad infantil. Según la ONU, las enfermedades diarreicas vinculadas a la falta de higiene causan la muerte a unos mil niños al día en todo el mundo.