La diversidad cultural se refiere a la variedad de culturas que existen en el mundo. Esta diversidad abarca diferencias en lenguas, religiones, costumbres, formas de organización social, prácticas artísticas, conocimientos tradicionales, y modos de vida. Al igual que la biodiversidad, la diversidad cultural es una fuente de riqueza para la humanidad, proporcionando diferentes perspectivas y soluciones a los problemas que enfrentan las sociedades.
La diversidad cultural permite a las comunidades adaptarse a cambios y desafíos, compartir conocimientos, y construir identidades únicas. Sin embargo, la globalización y la homogenización cultural pueden amenazar esta diversidad, llevando a la desaparición de lenguas, tradiciones, y modos de vida únicos. La conservación de la diversidad cultural implica la protección de los derechos culturales, la promoción del diálogo intercultural, y el apoyo a las comunidades para que puedan mantener y desarrollar sus prácticas culturales de manera sostenible.