Como vimos en la semana anterior las relaciones sociales y las formas de vincularnos se han modificado enormemente producto del impacto generado por las nuevas tecnologías de la información y comunicación. La idea de “lo público” y “lo privado” ha sufrido cambios muchas veces imperceptibles, ya que cotidianamente mostramos distintos aspectos de nuestras vidas privadas sin darnos cuenta que nos exponemos públicamente. Es importante que como personas adultas podamos autoevaluar nuestros propios comportamientos respecto al uso de las redes sociales. Esta evaluación no sólo debe estar dirigida al “control” que como adultos podemos realizar respecto a los niños, niñas o adolescentes que tengamos en la familia (hijos, hermanos, primos, sobrinos, nietos, etc.) sino también a las propias conductas que como adultos realizamos. Por ejemplo: ¿Cuánto contenido personal comparto en Redes Sociales? ¿Qué tipo de fotografías subo? ¿Cuando realizo un viaje o me ausento de mi domicilio, público donde me encuentro? ¿Qué tipo de contactos o “amistades” acepto? ¿Verifico la información antes de compartirla? ¿Pienso en las consecuencias que puede tener mi publicación? Todo esto lo charlamos y empezamos a ver la semana pasada, esta semana lo vamos a profundizar y veremos cómo nos vinculamos con las redes sociales, qué tipo de “lectura y escritura” se realizan en ellas, qué significa la “huella digital”, “el diseño en 3D” y “el sistema binario” en qué consiste. A continuación, les dejamos algunas recomendaciones para el uso responsable de las redes sociales: https://cyberbullying.org/pdfs/spanish/smart-social-networking-spanish.pdf