En el contexto actual de alta inflación, como se expone en el artículo, la elección de un plazo fijo para el ahorro en pesos requiere una consideración cuidadosa de varios ...
En el contexto actual de alta inflación, como se expone en el artículo, la elección de un plazo fijo para el ahorro en pesos requiere una consideración cuidadosa de varios factores clave. Primero, la tasa de interés ofrecida por el banco debe ser comparada con la tasa de inflación. Si la tasa de interés es inferior a la inflación, el poder adquisitivo del dinero invertido se verá erosionado. Por tanto, un plazo fijo puede no ser la mejor opción si la inflación supera significativamente la tasa de interés ofrecida. Por otra parte, la inmovilización por un largo plazo en épocas inflacionarias reduce la ganancia por la pérdida del poder adquisitivo de la moneda de curso legal.
Además, es crucial evaluar la flexibilidad del plazo fijo. En un entorno de alta inflación, las condiciones económicas pueden cambiar rápidamente. Optar por un plazo fijo con un período largo puede resultar desfavorable si las tasas de interés suben o si la inflación se desacelera. Plazos fijos a corto plazo ofrecen la ventaja de poder reinvertir a nuevas tasas más favorables o ajustar la estrategia según la evolución económica.
Otro aspecto a considerar es la posibilidad de acceso a los fondos comunes de inversión, de esta forma buscar una mayor rentabilidad que el PF sin arriesgar. El tipo de inversión a realizar depende del riesgo que se quiera asumir, pues a mayor riesgo, mayores serán los beneficios.