2. ¿Pago mínimo o pago total?

Pagar el mínimo en una tarjeta a veces resulta una necesidad, pero hay que saber que los intereses que genera son muchos.
El primero surge si no pagás a tiempo. La fecha de vencimiento es importante porque es en ese ítem donde se acumulan los punitorios que implican el pago fuera de término.
El segundo son los intereses que corren por el saldo no pagado de la tarjeta. Hay que recordar que no sólo pagás el interés, sino que también incluís el IVA por sobre los intereses (un 21 por ciento), y también el seguro de vida, que se incrementa por el hecho de que tenés más deuda. Es decir que la tarjeta te asegura que te carga a tasas del 40 o 50 por ciento, pero lo cierto es que ese número es bastante más elevado, normalmente un 15 por ciento más luego de todos los cargos.
Por lo tanto, la tarjeta es como un cuchillo: puede usarse como una herramienta útil o como un arma mortífera.
Cuando no se puede pagar el total, hay que sacarla de la billetera del caballero o la cartera de la dama, meterla en el cajón de la mesita de luz hasta que esté totalmente paga y recién después comenzar de nuevo. Es más, vale la pena averiguar, pero muchas veces conviene ir haciendo pagos antes del siguiente vencimiento.
Si por ejemplo tenés una deuda con la tarjeta, pagás el resumen el día 20 del mes y cobrás el sueldo el día 5, no esperes al 20 para pagar: el 6 podés hacer un pago y, una vez acreditado, los intereses dejarán de correr para el monto adeudado.