4. El Estado Argentino

La sanción de la Constitución Nacional en 1853, se considera el momento fundacional del Estado argentino, por la cual se sentaron las bases para la organización nacional. Sin embargo, para entonces no se encontraban completamente desarrollados los elementos que venimos mencionando. Recién con la batalla de Pavón, en 1861, Buenos Aires se impondría definitivamente sobre la Confederación y se unificaría el país, bajo una hegemonía porteña. Durante las dos décadas siguientes, tuvo lugar un proceso de formación y consolidación de las instituciones propias del Estado-Nación.
En su etapa formativa Mitre creó formalmente el Ejército Nacional, a los fines de aplicar la fuerza para obligar a cumplir las normas. Además, su actividad estuvo destinada a cuidar y extender la frontera interna. En pocos años el Ejército consiguió definir los límites territoriales, que conformaron el nuevo mapa de la Argentina, quedando organizado uno de los elementos claves de todo Estado: el territorio nacional. Sobre ese territorio, el Estado nacional consiguió implementar las funciones de control y orden. La Constitución Nacional, el Código Civil y el Código Comercial, la recaudación de impuestos y la administración de justicia, no habrían sido acatados sin la fuerza de ejército. Por otro lado, ordenó el territorio, y al hacerlo, creó las condiciones necesarias para articular las economías regionales en un mercado nacional que comenzaba a desarrollarse.