1. Introducción

Aristóteles (filósofo griego 384 a.c al 322 a.c) fue uno de los primeros en categorizar diferentes tipos de gobiernos basados en cuántas personas están a cargo. Por ejemplo, la monarquía es cuando uno gobierna, la aristocracia es cuando unos pocos gobiernan, y la república es cuando la mayoría (o a veces todos) gobiernan. Por otro lado, cuando estos sistemas se deforman, pueden convertirse en una tiranía desde una monarquía, en una oligarquía desde una aristocracia y en una democracia desde una república. Es interesante que esta idea a menudo no es mencionada por los expertos políticos actuales.
A veces nos preguntamos quiénes forman parte de "el pueblo" y qué significa que "ellos" tengan el poder. A lo largo de la historia, la antigua Atenas representaba la voluntad general, mientras que la valiente Esparta representaba una forma de gobierno centrada en los políticos. Esto nos muestra que hay dos formas principales de democracia que han influido en diferentes épocas y sociedades.
La antigua Grecia nos dejó dos tipos de democracia: la directa y la representativa. Sin embargo, es importante considerar que este modelo político se originó de una economía basada en la esclavitud.
Durante casi dos mil años, en una época en la que la religión influía en todos los aspectos de la historia, la democracia se mantuvo en un segundo plano. Fue solo en la Revolución Francesa, en los tiempos modernos, que la democracia resurgió como un sistema de organización social a través del Estado, siendo reinterpretada y puesta en práctica.
Como alternativa a los gobiernos absolutos, en un mundo donde las fuerzas productivas transformaron las antiguas estructuras de poder, la democracia apareció como una opción. Esta idea permitía a las masas tener voz y decisión en la sociedad, surgiendo como una especie de solución para un mundo en cambio.