Otro grave
problema de América latina es el desempleo, que
considera a las personas que no tienen trabajo y buscan activamente tenerlo.
Esto afecta negativamente a la calidad de vida de las personas, debido a que no
disponen de un ingreso que les permita satisfacer sus necesidades. El índice de
desempleo se utiliza para determinar el porcentaje de la Población
Económicamente Activa, que no tiene trabajo, pero lo busca. Se considera que las personas realizan trabajo precario cuando no
lo hacen en las condiciones adecuadas. Se relaciona con el trabajo en negro:
los empleadores no le pagan al trabajador una cobertura médica ni le realizan
los aportes jubilatorios, ni ofrecen un contrato de trabajo que permita cierta
estabilidad laboral. Además, la falta de condiciones de higiene, de seguridad,
los bajos salarios, el sobreempleo (cuando una persona necesita más de un
trabajo para poder cubrir las necesidades de su familia) o el subempleo (cuando
una persona trabaja involuntariamente menos de lo que necesita para satisfacer
sus necesidades) también son condiciones de precariedad.