Uno de los indicadores que se tienen en cuenta para medir la
calidad de vida de una población es el acceso a las redes de agua potable y saneamiento. Hoy, la calidad y cantidad de agua disponible es un problema. Son
muy pocas las poblaciones que disponen de agua potable en cantidad suficiente.
Según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de
1000 millones de personas se ven obligadas a recurrir al uso de fuentes de
abastecimiento de agua potencialmente nocivas.