1.  LOS COSTOS

ESTRUCTURA DE COSTOS

¡Hola! Nos encontramos en una nueva semana y vamos a seguir recorriendo juntos este camino, donde estamos conociendo los distintos elementos que se involucran en un proyecto con características económicas. Esta semana nos vamos a adentrar en los costos, su estructura y su clasificación. Es quizás uno de los temas centrales así que esperamos te sea de utilidad.

La estructura de costos es un proceso que tiene por objetivo organizar de forma efectiva los costos dentro de una empresa y así mejorar la toma de decisiones.

Tiene en cuenta diferentes aspectos como los tipos de costos, su proporción y distribución, los productos a comerciar e, incluso, aspectos relativos a la gestión y al acercamiento de clientes, entre otros.

1-      LOS COSTOS

Es importante, entonces, que comencemos conceptualizando, caracterizando y describiendo a los costos.

¿Qué son los Costos? El costo es el sacrificio económico necesario para la producción de algún bien o la prestación de determinado servicio. Es importante, tanto para la economía como para la contabilidad, conocer cabalmente cuáles son sus costos, y relacionarlos con sus ingresos para, en definitiva, determinar si la actividad que se emprende es rentable y lucrativa o no.

Hemos dicho, en semanas anteriores, que llevar adelante un proyecto o un emprendimiento en economía no siempre significaba que exista un fin de lucro; es decir hay muchas actividades que pueden realizar las organizaciones que implicarán tener una mirada económica e incluso financiera, sin que ello signifique que sus dueños o administradores persigan un beneficio.

Aun así, y a pesar de que ahora estamos diciendo que los costos son importantes para definir si una actividad es rentable o lucrativa, también en estas organizaciones se deberá prestar especial atención a esta conceptualización.

Las organizaciones de este tipo podrán no tener como objetivo final la búsqueda de un beneficio, y aun así sus actividades deberían ser rentables; aunque dicha rentabilidad no la vamos a medir con los parámetros o estándares habituales que usamos para las empresas lucrativas.

Indudablemente que, y aun cuando presten un servicio a la comunidad, deberá poner atención en sus costos para ver si las fuentes de financiamiento de sus actividades son suficientes para solventar estos costos; es decir que una organización preste un servicio a la comunidad (sea pública o privada) sin perseguir el fin de lucro no significa que debe dejar de lado la mirada necesaria sobre el control de sus costos.

Los conceptos que incluyamos dentro de los costos, dependerán del tipo de actividad que realice la organización; una organización que solamente se dedique a la compraventa tendrá como costo principal, justamente, la compra de los productos que luego revenderá. En cambio, una organización que se dedique a la fabricación de estos productos para luego venderlos incluirá también dentro de su costo una serie de conceptos adicionales, como ser la mano de obra o las energías necesarias para la elaboración de este producto, además de la materia prima a ser transformada.

Cuando se incurre en un costo es para determinado fin, ocurre que el costo siempre está vinculado a un objetivo y a él debe referirse. Y ello nos define otro concepto: el de unidad de costo como “cualquier concepto al que se le asignen costos”. Puede ser tanto la unidad de producto, como la unidad de servicio, un departamento dentro de la organización, un período, una máquina o cualquier otro concepto elegido de tal forma que, los procedimientos para que el costo finalmente recaiga en el bien producido o servicio prestado usan de este concepto como una etapa intermedia que permite mayor precisión en la asignación de costos.

Cómo podemos ver es sumamente importante y compleja la conceptualización que rodea a esta temática tan particular dentro de las organizaciones; pero no tenemos ninguna duda de que una adecuada gestión de los costos nos puede llevar a tomar las mejores decisiones en la compañía.

Si, como venimos diciendo, distribuimos correctamente los costos en, por ejemplo, líneas de producción, nos ayudará a determinar cuáles productos son los más rentables y cuáles no lo son; si lo hacemos por sucursales, también podríamos determinar que sucursal produce ganancias y cuál está provocando pérdidas. Y así también podremos hacerlo con las distintas posibilidades de agrupamiento o departamentalización que adoptemos dentro de la estructura.

Lo importante siempre va a ser que determinemos, claramente, para cada uno de los desembolsos que tenga la empresa o la organización, qué costo están representando y a qué sector, producto, división o sección deben asignarse, para que la información sea la más útil en el momento de la toma de decisiones.