1. LOS DERECHOS HUMANOS
Los derechos
humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción
alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier
otra condición. Entre los derechos humanos se incluyen el derecho a la vida y a
la libertad; a no estar sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad
de opinión y de expresión; a la educación y al trabajo, entre otros muchos.
La Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948, nacida luego de los horrores de la
Segunda Guerra Mundial, que privó a ciertas personas por motivos raciales y
religiosos (los judíos, negros y gitanos) de los más elementales derechos
humanos, para que esto no vuelva a suceder, proclamó en su artículo primero la
igualdad y libertad de todos los humanos desde su nacimiento, constriñéndolos a
un comportamiento fraterno con sus semejantes, llamados por su razón y
conciencia, de la que están dotados.
El 25 de junio
de 1993, la declaración de Viena, obra de la Conferencia Mundial de Derechos
humanos reiteró sin dudas, este carácter de universalidad, reconociendo las
particularidades de cada nación.
Obviamente los
seres humanos tenemos nuestros rasgos distintivos, pero eso no nos hace ni
superiores, ni inferiores, ni susceptibles de ser privados por esos motivos de
los derechos humanos. Ciertas situaciones como las de pobreza, o enfermedad,
podrán ameritar por parte del estado la concesión de derechos adicionales a
estas personas, para asegurarles igualdad de oportunidades.