Ambos modelos del funcionamiento cognitivo —el modelo unitario y el modelo diversificado— ofrecen ideas útiles para comprender y apoyar el desarrollo de nuestros ...
Ambos modelos del funcionamiento cognitivo —el modelo unitario y el modelo diversificado— ofrecen ideas útiles para comprender y apoyar el desarrollo de nuestros estudiantes. Considero que ambas posturas pueden ser válidas dependiendo del contexto y del objetivo educativo que tengamos en mente. No creo que solo saber hablar, comprender textos y escribir correctamente sea suficiente para que los estudiantes triunfen en la escuela, aunque estas habilidades son esenciales y transversales. La habilidad de comprender textos y expresarse es crucial para cualquier disciplina, pues sin estas herramientas, los estudiantes enfrentarán dificultades en asignaturas como historia, ciencias y matemáticas, donde la lectura comprensiva y la comunicación escrita juegan un papel importante en la comprensión de conceptos.
Sin embargo, creo que las capacidades específicas de cada disciplina también son fundamentales. Por ejemplo, en matemáticas, el pensamiento lógico y abstracto permite resolver problemas que no podrían comprenderse únicamente a través de la lectura. En ciencias, la capacidad de razonar experimentalmente y de entender conceptos abstractos y sistemáticos es clave, como lo indica Piaget en su teoría de los estadios, donde el estadio operatorio formal permite a los adolescentes razonar de manera compleja y abstracta (Piaget, 1970). Esto implica que, aunque hablar, leer y escribir son habilidades generales necesarias, el desarrollo del pensamiento específico en cada área del conocimiento es esencial para un aprendizaje profundo.
Considero que, además de las habilidades generales, es esencial dar mayor atención a:
Pensamiento crítico y analítico: Fundamental en todas las disciplinas, el pensamiento crítico permite evaluar y analizar información, algo que es clave para materias como historia y ciencias sociales. Según Baquero y Limón Luque (2011), el desarrollo de la capacidad para cuestionar y relacionar conceptos permite a los estudiantes comprender de manera significativa los textos y contextos, una habilidad que va más allá de la comprensión literal.
Pensamiento lógico-matemático: La habilidad para abstraer, razonar y resolver problemas específicos es crucial en disciplinas como matemáticas y ciencias. Gardner (1983) en su Teoría de las Inteligencias Múltiples subraya que el talento en áreas lógicas y espaciales es una forma de inteligencia diferenciada y especializada, lo cual implica que esta capacidad merece atención específica en el ámbito educativo.
Capacidades científicas experimentales: En ciencias, el desarrollo de habilidades experimentales, como la capacidad de formular hipótesis y diseñar experimentos, es crucial para entender los procesos de investigación y el método científico. Esta habilidad conecta con la noción de Gardner de la inteligencia naturalista, que permite a los estudiantes reconocer patrones y aplicar el conocimiento al mundo real.
En mi opinión, ambas posturas —la idea de la inteligencia como una unidad y como un sistema diversificado— tienen aplicaciones valiosas en el aula. Para apoyar a los estudiantes en su desarrollo integral, necesitamos promover tanto habilidades generales, como hablar y escribir, como capacidades específicas de cada disciplina, que les permitan enfrentarse de manera efectiva a los problemas y conceptos específicos de cada área del conocimiento. Esta perspectiva holística favorece un aprendizaje más completo y significativo.