Con respecto a la limitación en el desarrollo de capacidades específicas en la mayoría de las escuelas, estoy de acuerdo con la crítica que plantea Howard Gardner. La ...
Con respecto a la limitación en el desarrollo de capacidades específicas en la mayoría de las escuelas, estoy de acuerdo con la crítica que plantea Howard Gardner. La tendencia a privilegiar la lectura y la escritura como competencias transversales en el aprendizaje, aunque necesarias y valiosas, deja de lado habilidades más específicas de cada disciplina que son fundamentales para un desarrollo integral del estudiante y, en última instancia, para la comprensión profunda de los distintos campos del conocimiento. Donde Gardner sugiere en que cada persona tiene fortalezas en diferentes tipos de inteligencia (lógico-matemática, musical, corporal-kinestésica, espacial, interpersonal, intrapersonal, naturalista, entre otras), y el sistema educativo debería ofrecer oportunidades para desarrollar todas ellas, no solo las competencias lingüísticas y lógico-matemáticas. En este sentido, estoy de acuerdo con Gardner en que "unas pocas capacidades generales parecen ser suficientes para todo", pero esto es un sesgo del sistema educativo y no una realidad sobre la naturaleza del aprendizaje.
En historia, los estudiantes necesitan desarrollar el pensamiento histórico, que implica comprender las causas y consecuencias de los eventos, reconocer la multiperspectividad, y analizar fuentes históricas de manera crítica. El trabajo de Wineburg (1991) sobre el pensamiento histórico en el aula es claro al afirmar que esta capacidad requiere habilidades específicas que no pueden reducirse a la mera lectura y memorización de datos históricos. Del mismo modo, en arte y literatura, los estudiantes deberían tener oportunidades para desarrollar la lectura de imágenes y la escritura creativa. El análisis de imágenes documentales, por ejemplo, es una habilidad que permite interpretar el contexto cultural y social de una obra de arte o documento visual, lo cual es fundamental para comprender la cultura visual contemporánea y la historia del arte. La capacidad de expresar ideas estéticas y literarias mediante la creación de textos, como lo proponen Rosenblatt y su teoría transaccional de la lectura y la escritura (1978), también debería incentivarse más allá de las capacidades lingüísticas estándar, ya que contribuye a la comprensión de distintos géneros y estilos.
Para dar una educación completa debemos apostar por diversas experiencias que reflejen las demandas específicas de cada disciplina, lo que facilitaría el desarrollo de habilidades especializadas.